L. da Vinci
Investiga las diferencias existentes entre los movimientos y los choques de las aguas más turbias y las claras, de las corrientes más arrebatadas o, al contrario, de las más calmosas, de las crecidas y de los estiajes, entre la rabia de las inundaciones y las corrientes más superficiales, entre el empuje de las torrenteras frente a la cólera de los anchos ríos. [...] Y, después, transcribe los distintos tipos de los choques: en la superficie, en el medio y en el fondo; y después las distintas clases de inclinaciones y de resistencias, y aún después sus distintas formas. [...] Investiga la naturaleza de la repentina crecida y furia de los ríos, de la hinchazón creciente de las aguas
El libro del agua
Arriba y abajo, dentro y fuera, gira en círculo sin paz y sin descanso, ya en libertad o prisionera de la fuerza de aquello que la mueve
El libro del agua
Sube el agua, de lo más profundo de los mares a las altas cumbres, para caer de nuevo, y gira, y fluye, y así recorre muchas veces el dilatado curso de los ríos
El libro del agua
Cuando dos masas de agua, con igual corriente e igual impulso, se dirigen una contra otra, se interpenetran mutuamente, sin por ello desviarse de su curso
El libro del agua
Cuando el agua se mueve dando en una masa de agua inmóvil, viene a dañar también sus propios diques
El libro del agua
El agua que avanza con más fuerza, entra en la que es más débil, la penetra y la atraviesa cual si fuera aire
El libro del agua
Los remolinos nunca se detienen, sino que hacen un doble movimiento. Uno que es el del giro en torno a sí, y el otro el del curso que los lleva
El libro del agua
El movimiento puede ser, por tanto, ahora acelerado y ahora lento, hacia la izquierda o hacia la derecha, hacia arriba o hacia abajo, enroscándose en sí o derivando. Unas veces aquí y otras allí, sigue siempre el objeto, como botín de guerra, al vencedor
El libro del agua