M. Wollstonecraft
Del comportamiento actual de la mujer, de su debilidad por un placer que sustituye en ella la ambición y las pasiones que abren y engrandecen noblemente el espíritu, puede deducirse con justicia que la educación que hasta ahora ha recibido, en concordancia con la constitución de lo que es la sociedad civil, solamente ha buscado convertirla en insignificante objeto de deseo y procreadora de bufones
Desarrollad la mente de la mujer y acabará la obediencia ciega. Pero, como el poder intenta siempre verse ciegamente obedecido, los tiranos y los libertinos saben bien lo que hacen cuando se esfuerzan en tener y mantener en la oscuridad a las mujeres. Los primeros no quieren sino esclavas, los segundos juguetes.