Lejos de estar ya finalizada, la Revolución invita una vez más a los revolucionarios a “ser ese torrente desbordado que, lanzado adelante de montaña en montaña, vuelca y quiebra, arrastra, precipita”
Lejos de estar ya finalizada, la Revolución invita una vez más a los revolucionarios a “ser ese torrente desbordado que, lanzado adelante de montaña en montaña, vuelca y quiebra, arrastra, precipita”