V. Hugo
¿Dónde van? A donde va el río, […] cuyo curso está lleno de meandros. Pero el cielo se pone algo brumoso y, lo que parece un poco de humo, desprendiéndose desde el horizonte de repente forma un nubarrón; […] Poco después ya no es una nube, sino un torbellino, veinte trombas que se revuelven con el huracán. […] Cían ahora hacia atrás, dándole al remo; quieren remontar, pero ya es tarde. Ya no hay quien remonte la corriente. Y entonces comprenden simplemente que el río está vivo. Es lo que llaman la Revolución
Océano
Pues el extremo toca en el extremo, y lo contrario anuncia su contrario
Los trabajadores del mar
Su geometría es una dialéctica. No hay ola en el mar (abismo abajo) sin que se mueva el viento (abismo arriba). No hay dirección de un movimiento sin dirección oblicua (atravesándola), o hasta brutalmente contrariada por movimiento en dirección inversa; no se rompe la ola sin obstáculo (y por eso la extrema atención dedicada a los escollos); no hay remolino en superficie que no se halle afectado de algún modo por lo que es la compleja resultante de otros remolinos en el fondo. La ola es un problema al exterior incesantemente complicado por las conformaciones submarinas
Los trabajadores del mar
Los primeros momentos de un motín, nada hay que sea más extraordinario. Todo estalla a la vez en todas partes. ¿Previsto? Sí. ¿Preparado? No. ¿De dónde ha surgido? De las calles. ¿De dónde ha caído? De las nubes. […] Desde todos los puntos de la villa, todo se dio de modo simultáneo, en un vasto tumulto, como un ramo de rayos reunidos en un sólo trueno. […] Quien atraviesa una barricada cree haber atravesado un sueño
Los miserables