M. Ozouf
El 22 brumario del año II, el Ayuntamiento de París invitó a derribar los campanarios
La Fête révolutionnaire
“Una feliz edad en la que nada marcaba las horas”, tiempo sin empleo de tiempo, fiesta sin divinidad
La Fête revolutionnaire, cita de J.-J. Rousseau, Ensayo sobre el origen de las lenguas
“Voluntad de simultaneidad. Cada uno, a un tiempo, al mismo objeto”. “Alegorías de lo simultáneo. Propagan la buena nueva como el fuego”. “Integrar en la pública la alegría privada”
Informes sobre las fiestas de la Federación, cit. en Mona Ozouf, La Fête révolutionnaire
Deshistorización de la primitiva Historia Antigua, utopizada como vida simple, frugal y equitativa
La Fête révolutionnaire
En el pensamiento como en la acción revolucionaria vive la idea de purga. Suprimir los escudos, quemar los papeles y borrar los nombres, desmitrar y descoronar: realizar una empresa de sustracción y purificación [...]. Desbrozar así para que brille, en toda su belleza matinal, el culto al tiempo revolucionario
La Fête révolutionnaire
La fiesta revolucionaria, que pretende ser instituyente de una sociedad por fin eterna, realiza un inmenso esfuerzo para conjurar la decadencia [...], regularizar el tiempo de la Revolución, ocultar sus saltos y accidentes
La Fête révolutionnaire
Hacer sensible la discontinuidad que la Revolución ha introducido en el curso del tiempo significa marcar un comienzo absoluto [...], encontrar un medio, contra el tiempo, de eternizar la Revolución
La Fête révolutionnaire
Comenzar la era republicana instaurando una fiesta, anclar sin discusión el nuevo tiempo y mostrar que la Historia se deriva, por lo tanto, de un acto fundador
La Fête révolutionnaire
Lo sacral revolucionario es en sí un sacral del nacimiento: [...] es mostrar a los hombres la trascendencia del género humano, instituir a la humanidad en aquello que es su humanidad
La Fête révolutionnaire
Reconciliar lo racional y lo sensible, lo salvaje y lo civilizado, como el tiempo con la eternidad. Esa es como tal la pretensión de la fiesta revolucionaria
La Fête révolutionnaire
Una sociedad que se instituye debe sacralizar el hecho mismo de lo que es dicha institución
La Fête révolutionnaire
El juramento de la fiesta revolucionaria es el teatro sagrado del contrato social. […] La Libertad, la Victoria, la Razón, la República: tales son las figuras tutelares
La Fête révolutionnaire
Para que una revolución pueda ser tal, ¿qué es lo que resulta imprescindible? Un pueblo que arranca con buen paso, una puesta en camino irreflexiva y que no había sido preparada, una esperanza nueva, un movimiento que va en dirección a una promesa: es la primera imagen de la fiesta
La Fête révolutionnaire
La fiesta puede tener sus excluidos, pero a éstos, ya desde el principio, se les excluye de la Humanidad
La Fête révolutionnaire
En Tulle, una procesión burlesca: sobre el ataúd de la superstición se ve un bonete, unas orejas de asno y un misal. Finalmente, se apalearon unas cuantas imágenes de santos
La Fête révolutionnaire