K. Marx
Con su insurrección, los parisienses hoy toman el cielo por asalto
�??Carta a Kugelmann�?�, Londres, 12 de abril de 1871
La historia de todas las sociedades que hasta ahora hayan existido no es sino la historia de la lucha de clases
En las diversas luchas nacionales entabladas por los proletarios, los comunistas dan la primacía y hacen valer los intereses del proletariado en su conjunto, sin atender a la nacionalidad
En la fase madura y elevada de una sociedad ya comunista, cuando al fin el servil sometimiento de los individuos al sistema de división del trabajo hoy imperante, y por lo mismo la contradicción entre trabajo intelectual y manual, hayan realmente desaparecido, cuando el trabajo se haya convertido no en un mero medio de vivir sino en la primera de las necesidades de la vida, cuando a través del desarrollo multipolar de los individuos también crezcan las fuerzas productivas [...], tan sólo entonces ha de superarse el estrecho horizonte del derecho que es el propio de la burguesía, para al fin escribir en las banderas correspondientes a esa sociedad: ¡De cada uno por su capacidad! ¡A cada uno por sus necesidades!
Randglossen zum Programm der deutschen Arbeiterpartei
París en armas era la revolución en armas. Dado que el triunfo de París sobre las fuerzas del agresor prusiano hubiera sido el triunfo del obrero sobre el capitalista –ambos franceses–, […] en el conflicto abierto entre sus deberes nacionales y sus intereses como clase el gobierno de la defensa nacional no dudó un instante en convertirse en gobierno de la traición nacional
La guerra civil en Francia
En su firme rechazo a aceptar la guerra civil iniciada por Thiers con el asalto nocturno a la ciudad, el Comité Central cometería un error decisivo: no marchar, sin pérdida de tiempo, sobre el gobierno de Versalles
La guerra civil en Francia
Si París pudo resistir fue porque, a consecuencia del asedio, se había deshecho del ejército, sustituido por una Guardia Nacional cuyo contingente principal ahora lo formaban los obreros […]. El primer decreto de la Comuna suprimía el ejército permanente, sustituyéndolo por el pueblo armado. La Comuna estaba conformada por los consejeros municipales elegidos en cada distrito mediante sufragio universal, todos responsables y revocables en todo momento. […] Desde los Consejeros para abajo, todos los cargos públicos debían ejercer su trabajo con salarios obreros […]. Como los restantes funcionarios, todos los magistrados y jueces eran revocables y electivos […]. Formada la Asamblea Nacional, los delegados serían igualmente todos revocables y electivos, sometidos a mandato imperativo de sus respectivos electores. […] Entre las reformas laborales, se suprimieron las multas de la empresa impuestas directamente a los obreros, y se prohibieron ciertos tipos de trabajos nocturnos. En lo que hace a la educación, todas las instituciones de enseñanza fueron abiertas gratuitamente al pueblo y emancipadas de la Iglesia –se eliminó la subvención del culto y quedó separada del Estado–
La guerra civil en Francia
Como gobierno del pueblo por el pueblo, […] la Comuna aspiraba ciertamente a expropiar a los expropiadores
La guerra civil en Francia
En la guerra contra la Comuna […], tras la guerra más dura y más violenta de los tiempos modernos, el vencedor ejército prusiano y el derrotado ejército francés se hermanarán en la matanza del proletariado parisino […]. Todos los gobiernos nacionales son uno sólo contra el proletariado
La guerra civil en Francia
“¿No es simple realmente la ilusión de un juez imparcial, cuando el legislador es ya parcial? ¿Cómo puede ser desinteresada la sentencia si la ley es interesada?
Escritos de juventud
No se basa en la ley la sociedad –eso es fantasía de juristas–. Al contrario, es la ley la que se basa en la sociedad siendo expresión de sus intereses y las necesidades procedentes de un modo de producción determinado
El capital
Las reivindicaciones que derivan de los intereses generales de una clase solamente pueden realizarse mediante la conquista del poder justamente por parte de esa clase, a partir de lo cual les conferirá a sus pretensiones validez de carácter general hecha en forma de ley. Toda clase en lucha ha de formular sus pretensiones como reivindicaciones de carácter jurídico concretadas en forma de programa
�??Correspondencia�?�
Los hombres hacen lo que es su propia historia, pero no a su completa voluntad, en circunstancias elegidas libremente; bien al contrario, éstas se las encuentran hechas, terminadas, dadas como herencia del pasado. La tradición de las generaciones muertas carga como una pesadilla sobre el cerebro de los vivos. Y cuando parecen ocupados en transformarse y cambiar la realidad creando algo totalmente nuevo, a saber, justamente en el momento de una crisis revolucionaria, comienzan a evocar ansiosamente y a llamar al rescate a los manes de sus antepasados, para ir tomando entonces de ellos nombres, atavíos y consignas, representando la nueva pieza histórica con lenguaje prestado y venerablemente travestidos. Así cubrió Lutero sus facciones con la máscara del apóstol Pablo, mientras la Revolución de 1789-1814 se disfrazó de modo alternativo como República romana y como Imperio, y la revolución del 1848 no supo encontrar nada mejor que parodiar en unas ocasiones el 1789, y en otras en cambio la tradición revolucionaria del 1793-1795
El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte
La revolución social […] no ha de extraer ya su poesía del pasado, sino del futuro solamente
El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte
Los filósofos sólo han interpretado el mundo de maneras muy diversas; lo que ahora procede es transformarlo
Thesen über Feuerbach
La violencia es la comadrona de una sociedad envejecida que lleva una nueva en sus entrañas. Una potencia económica por tanto
El capital
Cuando triunfa la revolución puede ahorcarse a sus enemigos, pero no se debe pronunciar contra ellos sentencia judicial. En efecto, se puede destruir a los enemigos vencidos, pero no es necesario condenarlos como criminales. Tras una revolución, o tras una contrarrevolución, no hay que aplicar las leyes destruidas contra los defensores de esas leyes. Eso es la vil hipocresía de lo que llaman la legalidad
El capital
El trabajo de piel blanca no podrá emanciparse donde se estigmatice el de piel negra.
El capital