colonizado
El colonial es un régimen instaurado mediante la violencia. Siempre se ha implantado por la fuerza. Contra la voluntad de algunos pueblos, otros más avanzados en las técnicas de destrucción o más poderosos por su número han logrado imponerse. Un sistema así, establecido mediante la violencia, no puede ya sino ser fiel a sí mismo: su duración en el tiempo está en función del mantenimiento de la violencia. Pero esa violencia nunca es una forma de violencia abstracta, no es solamente una violencia intelectualmente percibida, sino que es también una violencia del comportamiento cotidiano ejercido por el colonizador con respecto al colonizado: apartheid en África del Sur, trabajos forzados en Angola, racismo en Argelia… Desprecio y política del odio, manifestación de una violencia dolorosa y concreta
“Pourquoi nous employons la violence”, discurso de Accra, abril de 1960
En las luchas armadas suele haber un punto de no retorno. Uno que casi siempre coincide con la gigantesca represión de la totalidad de los sectores del pueblo colonizado que la emprende. Ese punto se alcanzó en Argelia con las 12000 víctimas de Philippeville en 1955, y la instalación de las milicias armadas y rurales del gobierno en 1956
Les Damnés de la terre
Ese al que siempre se le dijo que no entendía sino el lenguaje de la fuerza ha decidido expresarse por la fuerza. En realidad, y desde el principio, el colono le había señalado el camino que iba a ser el suyo si es que quería liberarse. El argumento del colonizado es el que siempre le marcó el colono y, en un irónico giro de las cosas, el colonizado ahora afirma que el colonialista no comprende ninguna otra cosa que la fuerza. El régimen colonial no extrae sino de la fuerza su legitimidad, cosa que no ha buscado ocultar nunca
Les Damnés de la terre
Un pueblo colonizado no sólo es un pueblo dominado. […] En Argelia no sólo hay dominación, sino decisión de no ocupar, literalmente, más que un territorio. Argelinos […], palmerales y camellos forman estrictamente el panorama, el telón de fondo natural de la presencia humana, que es francesa
Les Damnés de la terre
El mundo colonizado está cortado en dos. La línea divisoria, la frontera, la marcan los cuarteles y las instalaciones policiales
Les Damnés de la terre
La zona habitada por los colonizados no es complementaria de la que habitan los colonos. Ambas zonas se oponen, pero no al servicio de ninguna unidad superior. Regidas por una lógica de carácter puramente aristotélico, una y otra obedecen al principio de exclusión recíproca. La conciliación no es ahí posible, uno de los términos sobra
Les Damnés de la terre
La situación colonial es tal que obliga al colonizado a apreciar peyorativamente y sin matices cuanto le trajo el colonizador
L???An V de la révolution algeriénne
La liberación del individuo no sigue por sí misma a la liberación nacional. En efecto, una auténtica liberación nacional no existe sino en la medida de que el propio individuo haya iniciado su liberación irreversible. No es posible tomar distancias respecto al colonialismo sin tomarlas al tiempo respecto a la idea que el colonizado se hace de sí mismo a través del filtro de la propia cultura colonialista
�??Décolonisation et indépendance�?�
Es en el pueblo de los bidonvilles, en el seno del lumpen-proletariado, donde va a encontrar la insurrección su punta de lanza en las ciudades. El lumpen-proletariado es una de las fuerzas más radical y espontáneamente revolucionarias en un pueblo que esté colonizado
Les Damnés de la terre
El argelino, a través de la existencia de una guerra hecha por los suyos, desemboca de pronto al interior de lo que es una comunidad en acto. […] La impugnación hecha del principio de dominio extranjero arrastra mutaciones esenciales en la conciencia del colonizado, en su percepción del colonizador, en su situación de hombre en el mundo
L???an V de la révolution algeriénne
Que el militarismo alemán decida de repente resolver sus problemas de fronteras por la fuerza, no es cosa que a nadie le sorprenda, pero que el pueblo angoleño o el argelino se decidan a tomar las armas prueba que algo ha pasado o se encuentra en trance de pasar. Los colonizados, los esclavos de los tiempos modernos, están impacientes, y saben ya que sólo esa locura les puede librar de la opresión
Les Damnés de la terre
En los países coloniales, se decía, entre el pueblo colonizado y la clase obrera del concreto país colonialista se da una efectiva comunidad de intereses. La historia de las guerras de liberación declaradas por los pueblos colonizados es la historia de la no-verificación de esa tesis
�??Les intellectuels et les démocrates français devant la révolution algérienne�?�
El proceso de liberación del hombre […] engloba y concierne al conjunto de la humanidad. […] En el curso de las guerras de liberación nacional que en los últimos veinte años se han venido librando y sucediendo, no ha sido raro constatar un cierto matiz de hostilidad, e incluso de odio, del obrero del país colonialista con respecto al colonizado. Pues sucede, en efecto, que el retroceso del imperialismo y la reconversión de las estructuras subdesarrolladas específicas del Estado colonial de manera inmediata se acompañan de las distintas crisis económicas que los obreros de los países colonialistas siempre son los primeros en sentir. Los capitalistas ‘metropolitanos’ se dejan entonces arrancar ventajas sociales y algún aumento de salarios para contentar a sus obreros en la exacta medida en que el Estado colonialista les permite saquear y explotar los territorios ocupados. En el momento crítico en el que los pueblos colonizados finalmente se lanzan a la lucha y exigen su plena independencia comienza un período difícil en el curso del cual, paradójicamente, el interés real de los obreros y campesinos ‘metropolitanos’ parece hallarse en oposición al de los pueblos que están colonizados. Los problemas y daños que produce esa ‘inesperada’ alienación deben ser conocidos y enérgicamente combatidos
�??La guerre d�??Algérie et la libération des hommes�?�
La enorme victoria del pueblo vietnamita en Dien-Bien-Phu ya no es, estrictamente hablando, sólo una victoria vietnamita. Desde julio de 1954, el problema que se han planteado muchos de los pueblos coloniales ha sido el siguiente: ‘¿Cómo realizar un Dien-Bien-Phu?’ De que sea posible no se duda. Eso no modifica solamente a los colonizados, sino también a los colonialistas, que toman conciencia de los múltiples Dien-Bien-Phu que son posibles
Les Damnés de la terre
La independencia de los países coloniales plantea al mundo un problema capital: la liberación nacional de los países colonizados desvela y hace más insoportable su estado real. La confrontación fundamental, que parecía ser estrictamente colonialismo / anticolonialismo, o capitalismo y socialismo, pierde ahora toda su importancia. El problema que hoy cierra el horizonte es la redistribución de la riqueza. La humanidad, so pena de hundimiento, ha de responder a esta cuestión
Les Damnés de la terre
El colonialismo y sus derivados ya no constituyen realmente los enemigos del África actual. En un plazo muy breve el continente estará totalmente liberado. Por mi parte, cuanto más conozco las culturas y círculos políticos más se me va imponiendo la certeza de que el peligro que amenaza a África hoy es la ausencia de ideología. […] Los países que en África actualmente van accediendo a la independencia son en realidad tan inestables como lo son sus nuevas burguesías o sus actuales nuevos príncipes. Tras algunos pasos inseguros en la arena internacional, al no sentir las burguesías nacionales ya actualmente la amenaza de la vieja potencia colonial, desarrollan grandes apetitos. Y, no teniendo aún práctica política, quieren impulsar todo ese ámbito tal como si fuera su negocio. Todo son prebendas y amenazas hasta el despojamiento de la víctima. El problema es aún más de lamentar porque muchos Estados no poseen más recurso que el de suplicar a la vieja metrópoli que se mantenga un poco aún entre ellos. Pero además, en éstos pseudo-Estados de tendencias neoimperialistas, una política militarista exacerbada acarrea la disminución de la inversión de carácter público en países que hoy aún parcialmente tienen una estructura medieval. Los obreros que muestran descontento sufren entonces una represión tan cruel y salvaje como en los períodos coloniales. Partidos de oposición y sindicatos se ven en seguida confinados a una casi-clandestinidad. Y ese pueblo que había dado todo en las horas difíciles de la lucha por la liberación, con las manos y el vientre vacíos, debe interrogarse sobre el grado de realidad de su victoria. […] Los Estados colonizados que han accedido a la independencia por la vía política no parecen tener más preocupación que encontrarse un campo de batalla, con sus heridas y sus destrucciones. […] Las burguesías ahora triunfantes son sin duda las más impetuosas, emprendedoras y anexionistas que actualmente se puedan concebir
�??Cette Afrique à venir�?�, fragmentos de notas de su diario privado durante el verano del 1960, no destinadas a la publicación