Alzando a los débiles del suelo, levantando a los pobres del estiércol, […] destronará a los reyes en su ira […] y hará caer muchas cabezas. […] Depuso al poderoso de su trono, mientras elevaba a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes, y a los ricos los dejó sin nada. […] Él beberá del curso del torrente. […] Y soplará y fluirán las aguas.
Salmos 112, 109 y 147 y Evangelio de Lucas 1