El negro, históricamente, hundido en la inesencialidad de la servidumbre, ha sido liberado por el amo. Él no ha sostenido una lucha por la libertad. […] El negro ignora el precio de la libertad, porque él realmente no ha luchado por ella. Cierto que también, de cuando en cuando, pelea por la Libertad y la Justicia, pero siempre se trata de libertad y justicia blancas, es decir, de valores que han sido secretados por los amos
F. Fanon
Peau noire, masques blancs
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: ‘¡No mueras, te amo tanto!’
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
‘¡No nos dejes! ¡Valor!
¡Vuelve a la vida!’
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: ‘¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!’
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: ‘¡Quédate, hermano!’
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver, triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar.
C. Vallejo
"Masa", España aparta de mí este cáliz