La ciudad se divide en cuatro partes, en mitad de cada una de las cuales se levanta un mercado público, en el cual entregan las familias todo cuanto produce su trabajo […]. A su vez, cada padre de familia busca allí cuanto necesitan él mismo y los suyos, y se lleva de allí cuanto desea sin pagarlo ni dar nada a cambio. […] Han dispuesto además en cada barrio vastos edificios construidos a distancias iguales […] adscribiéndose a cada uno de ellos treinta familias que van allí a comer […]. Comen y cenan en comunidad. […] Los que regentan esos edificios van a proveerse a los mercados de los alimentos necesarios para aquellos que acuden a su centro, distribuyendo así los alimentos en proporción a la población. […] E igual sucede en los hospitales en donde se cuida a los enfermos. Todos ellos son públicos y administrados en común
T. Moro
Utopía