monumento
Harmodio y Aristogitón
Jóvenes aristócratas atenienses de estirpe cadmea, se conjuraron contra los tiranos, logrando darle sólo muerte a Hiparco –uno de los dos hijos de Pisístrato– en la fiesta de las Panateneas del 514 a. C. Muertos los dos por orden de Hipias –que sobrevivió a la conjura siendo tirano aún por cuatro años–, y considerados como héroes, se les dedicaron varios himnos y en el 490, tras la victoria de Maratón contra los persas, se le encargó al escultor Antenor un grupo en bronce que los representaba –el conocido por Los tiranicidas– erigido en el ágora de Atenas –siendo el primer monumento público levantado en honor de unos mortales–.
Nota a partir de Der kleine Pauly, Lexikon der Antike
Como el del Imperio es la columna y el Louvre es el de la Monarquía, el monumento de la Revolución es el Campo de Marte […], es un vacío
Histoire de la Révolution française
No monumentos. […] Mazmorras. Un interior de piedra que carece de afuera. Muros impenetrables, mas ni rejas ni fosos. Y el mundo, una jaula, una Bastilla. Y aunque hay luz en esos calabozos –y es difícil decir de dónde viene–, parece que surgiera de la tierra, quizá de unas almenas muy lejanas. Hay guardianes, pequeños como insectos, para vigilar a los cautivos. […] Pero quiénes son éstos y por qué los han encarcelado, eso no lo sabemos […]. El siglo piensa la liberación mientras fantasea las prisiones
�??Gian Battista Piranesi�?�, en Mausoleum
En mi ciego entusiasmo, erigí un templo a la felicidad amontonando piedra sobre piedra. […] La Ville naissante [la Ciudad naciente], donde cada edificio habrá de ser caso a caso del todo motivado, llegará quizá a ser habitada por hombres que sean menos criminales, donde la razón y el interés llegarán a ejercer un cierto imperio. De manera que, antes de guiarlos en dirección a la felicidad, deberán hacerse dignos de ella. […] Construyámosles pues un monumento dedicado a la Conciliación. […] Ha de ser tan sencillo como las leyes que allí deben fallarse […]. Los consejos de un árbitro experto, con su amor por la paz y la justicia, les infundirán dulce concordia
L???Architecture considerée sous le rapport de l???art, des moeurs et de la législation, (texto sobre el �??Pacífero�?�)
Los relieves narrativos sobrepuestos entre cuatro columnas triunfales que el arquitecto emplaza en las esquinas de una casa de campo, proclamaban la fama de las Madres, donadoras de vida, en vez de los vulgares monumentos que suelen dedicarse a las sangrientas y crueles victorias militares. Proyectando una obra tan extraña, el artista pretende dar las gracias a las mujeres que admiró en su vida
Von Ledoux bis Le Corbusier. Ursprung und Entwicklung der autonomen Architektur, (sobre el llamado Templo de Memoria �??�??Casa de las Mujeres�??�?? de Ledoux)
Múltiples pórticos hasta el horizonte. […] Tras haber subido varias rampas, que se han suavizado con objeto de no ocultar el cuerpo principal, me detengo en la puerta de un monumento aún desconocido. Las primeras figuras que hay ante mi vista son las Gracias. Sí, aquí, en una Escuela de Moral. […] ¡Ved la proporción de las figuras que, sin ocultar los lisos muros, aparecen ahí representadas! La Sabiduría, la Razón y la Justicia, Templanza, Moderación y Continencia, Generosidad, Magnanimidad, Prudencia, Piedad y Firmeza de Espíritu, […] mientras los espacios intermedios aparecen cargados de inscripciones […] La multitud se agrupa entre sus pórticos: la infancia jugando ahí, a cubierto; la juventud y la adolescencia, discurriendo por esos espacios; unos dibujan y otros analizan las figuras y las inscripciones; y los hombres maduros, que meditan; la ancianidad, entregada a la memoria...
L???Architecture considerée sous le rapport de l???art, des moeurs et de la législation, (descripción del Panaretheon, o �??Casa de todas las Virtudes�?�)
En las actuales condiciones de desarrollo de la sociedad […] es preciso imprimir en cada parte de lo que es el habitar humano [...] el modo de construcción monumental, para lograr alojar en ella no a unos pocos más privilegiados, sino a todos los hombres en palacios. Para que el hombre habite en un palacio debe vivir con sus semejantes en una relación de asociación [...] de estructura y carácter comunal
De la mission de l???art et du rôle des artistes. Salon de 1845
¡Nuevos Josués, al pie de cada torre,
por detener el curso de la hora
iban tirando contra los relojes.
[Los autores añaden esta nota]: «Es un rasgo único, creemos, en la historia de una insurrección; es el único acto de vandalismo ejercido por el pueblo contra los monumentos ciudadanos, pero, ¡qué vandalismo!, uno que expresa el estado de ánimo reinante el día 28 por la tarde. ¡Con qué rabia veían, en efecto, el aproximarse de la sombra y, junto a ello, la impasible aguja que se deslizaba hacia la noche como en los días ordinarios! Y lo más singular del episodio es que se dio a la misma hora en distintos lugares de la villa. No fue por tanto una idea aislada ni tampoco un capricho excepcional, sino, bien al contrario, un sentimiento en cierto modo generalizado»
"L’insurrection. Poème dédié aux Parisiens"
Un monumento no conmemora, no honra algo que ocurrió, sino que susurra al oído del porvenir las sensaciones persistentes que encarnan el acontecimiento: el sufrimiento eternamente renovado de los hombres, su protesta recreada, su lucha siempre retomada. ¿Resultaría acaso todo en vano porque el sufrimiento es eterno, y porque las revoluciones no sobreviven a su victoria? Pero el éxito de una revolución sólo reside en la revolución misma, precisamente en las vibraciones, los abrazos, las aperturas que dio a los hombres en el momento en que se llevó a cabo, y que componen en sí un monumento siempre en devenir, como esos túmulos a los que cada nuevo viajero añade una piedra. La victoria de una revolución es inmanente, y consiste en los nuevos lazos que instaura entre los hombres, aun cuando éstos no duren más que su materia en fusión y muy pronto den paso a la división, a la traición
¿Qué es la filosofía?
Con la destrucción del monumento de la columna de la place Vendôme se deroga la historia—es decir, se produce un presente sin tiempo, se aniquila el pasado mientras se crea un futuro incierto–. […] Para los Comuneros, la existencia de la columna congelaba el tiempo: era ‘un insulto permanente’, equivalente a ‘un perpetuo asalto.’ […] "Vi caer la columna; en el momento en que sonó el silbato cayó toda entera, de una pieza, como un decorado teatral sobre un cuidado lecho de basura. Ese gran símbolo de la Grande Armée, ¡qué vacío y que frágil era! Parecía roído desde dentro por toda una multitud de ratas, al igual que la propia Francia, en su deslustrada y vieja gloria.” [Descripción de un testigo, Louis Barron]
The Emergence of Social Space: Rimbaud and the Paris Commune