La explosión de las revoluciones casi siempre ha tomado por sorpresa a los grupos y partidosrevolucionarios, como también a todos los restantes; no hay una realmente que pueda imputarse a las actividades de esos grupos […]. Es así como Lenin, en el 1905, pudo exaltar la ‘creatividad revolucionaria del pueblo’ con casi total sinceridad
La verdad, que pretenden mantener enterrada y oculta, bajo tierra se viene condensando, y así cobra tal fuerza de explosión que, el día que estalla, hace saltar por fin todo con ella.