[Habla Fuerza, y luego Hades]
“Amarra con grilletes irrompibles
a este escarpado risco ese bandido.
[…]
¡Que aprenda a respetar de Zeus la fuerza
y a su amor a los hombres poner freno!
[…]
Tú, un dios, sin arredrarte ante la ira
de los dioses, honraste a los mortales
más de lo justo. A cambio, en esta roca
[…]
te desharás en llantos y en gemidos
pues el pecho de Zeus es inflexible,
¡que todo nuevo rey tirano reina!”
[Prometeo]
Bien sé del Hado la invencible fuerza
y con paciencia habré de soportarla,
pero callar o no este infortunio
no me fuera otorgado: un don al hombre
me ha uncido al duro yugo del destino.
Robé del fuego, en una oculta caña,
la recóndita fuente que sería
maestra de las artes y un recurso
para el hombre. […] Veían sin ver nada,
oían sin oír, en vano sueño….
[…]
Yo enseñé a los mortales el camino
hacia un arte difícil. Las señales
del fuego luminosas a sus ojos
hice que fueran, ciegos hasta entonces.
Así el hombre, al final, las artes todas
conoció a mi través. […] Por esa culpa,
me han clavado a esta roca, a la intemperie.
[…]
Adorad al tirano, al poderoso,
que a mí me importa Zeus menos que nada.
Impere y mande por un breve tiempo.
No ha de durar su imperio entre los dioses…
Esquilo
Prometeo encadenado
El legislativo, en su prudencia cuando se ejerce en calma y libremente, se asemeja a un gran río majestuoso que va haciendo avanzar, siempre pacífico, el caudal de sus aguas a través de los valles que fecunda. Mientras que el poder ejecutivo, abandonado en manos de uno solo, se asemeja a un torrente aterrador que, tras haber partido de su fuente, se oculta debajo de la tierra para mostrarse luego desbordando fieramente su lecho y amontonar sus olas con estruendo y derribar así cuanto se oponga a su curso brutal e impetuoso. De ahí vienen los males espantosos que provoca esa forma de gobierno desde hace tanto a la humanidad
J -P. Marat
Les Chaînes de l???esclavage