La naturaleza del inicio ya implica y comporta […] la arbitrariedad de lo absoluto. No sólo no se encuentra comprendido en la evidente concatenación entre causas y efectos, en la cual cada efecto de inmediato queda transformado en nueva causa de unos nuevos hechos; todo pasa como si el inicio no tuviese nada a que ligarse, como si no trajera procedencia de ninguna parte ni lugar, ni en el espacio ni en el tiempo. Un instante, el instante del inicio, como si aquello mismo que se inicia dejase abolida realmente la secuencia de lo temporal
H. Arendt
De la Revolución