mujer
Y (una vez que el hombre y la mujer comieron del árbol del centro del jardín, conocedores ya del bien y el mal) dijo Yaveh: “¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora pues, cuidado, no tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre; Y le echó del Edén, a que labrase el suelo del que había sido formado. Y, tras haber expulsado al hombre, puso ante el jardín sus querubines y la vibrante espada, llameando, a guardar el camino que conduce al árbol de la vida
Génesis, 3, 22-24
Eva y Adán
La serpiente […] dijo a la mujer: ‘¿Por qué Dios os ha dicho que no comáis de los árboles del jardín?’ Respondió la mujer a la serpiente: ‘Podemos comer el fruto de sus árboles, mas del fruto del árbol que se encuentra en mitad del jardín nos dijo Dios: ‘No comáis de él, ni lo toquéis, pues moriríais’’. Replicó la serpiente a la mujer: ‘De ninguna manera moriréis. Mas Dios sabe sin duda que el día que comáis de dicho fruto se os abrirán los ojos, conocedores ya del bien y el mal, y seréis como dioses’. Y al ver la mujer que el fruto era bueno de comer, de apetecible aspecto y excelente para lograr la sabiduría, tomó de su fruto y lo comió, y lo dio luego al hombre, a que comiera. Y se abrieron sus ojos ciertamente, y se dieron cuenta de que estaban desnudos
Génesis, 3, 1-7
Es una constante observación que en todos los países y naciones los degenerados y viciosos, las mujeres que ‘viven del comercio’, los criados, los pillos, los truhanes, los arbitristas y los jugadores y los espías y los ganapanes siguen siempre el bando de los príncipes, pues de la corte esperan su fortuna, de los dilapidadores de lo público, concusionarios y disipadores, siempre bien dispuestos a formar en el pelotón del despotismo. […] De ese modo, esa vida licenciosa que el pueblo denomina ‘libertad’ es una de las fuentes principales de su lamentable servidumbre
Les Chaînes de l???esclavage
Nadie habrá de tener hacienda propia, ni ninguna vivienda ni almacén donde no pueda entrar quien lo desee […] y han de vivir reunidos, […] teniendo las comidas en común […], no debiendo mezclar la condición natural y áurea de sus almas con la posesión de oro mortal. […] Así ha de quedar configurada la felicidad [de la Ciudad], no para unos pocos separados, sino para todos justamente. Los guardianes han de vigilar que en la Ciudad nunca se deslicen inadvertidamente un par de cosas, a saber, la riqueza y la pobreza […], pues en efecto las demás ciudades no son una, sino al menos dos, y además enemigas mutuamente: la de los ricos y la de los pobres y, a su vez, otras muchas dentro de ellas […], pues lo que desgarra una ciudad y el mayor de sus males se produce cuando mío y no mío no coinciden con el conjunto de quienes la habitan. Si ninguno fuere poseedor de ninguna otra cosa que su cuerpo, siendo común cualquier otra cosa, no se dará disputa en la Ciudad por la familia ni por las riquezas. El matrimonio y la procreación han de ser además cosa común, amistosamente compartida, […] siendo a cada uno de los hombres todas las mujeres en común, sin cohabitar separadamente; con lo que tendrán hijos comunes y ningún padre conocerá a su hijo ni ningún hijo conocerá a su padre. […] Siendo a todos comunes las viviendas y en ellas las comidas en común, nadie habrá de tener nada privado […]. Y habrá que instruir a las mujeres en las mismas artes que los hombres, para que ellas estén en situación de poder hacer todo, como ellos. […], ejerciendo trabajos semejantes según la disposición de cada uno. No se da diferencia en que ya exista o que llegue a existir esta Ciudad, pues el que esté dotado de razón sólo en una con esas condiciones se dispondrá a actuar en ella
La República
La Ciudad se encuentra dividida formando siete círculos enormes que, a través de cuatro grandes vías, se comunican sucesivamente. […] Son un pueblo oriundo de la India entre el cual había muchos hombres dedicados a filosofar. Huyendo de las tropelías de los tártaros y el abuso de toda clase de tiranos, fueron a parar a aquella ; […] Resolviendo organizar allí su vida la planificaron en común, tal como enseña la filosofía. […] Una de las costumbres principales es la comunidad de las mujeres, como también ocurre con las cosas. Todo es allí de propiedad común […] de manera que todos participan del alimento en forma equitativa, tal como lo hacen con las ciencias, los honores y las diversiones, sin que nadie pueda en ningún caso apropiarse de nada en exclusiva. En su opinión, toda propiedad ha surgido de que cada individuo quiere para él solo una mujer y una familia y una casa, de lo que viene todo el egoísmo […], con lo cual viene cada uno a robarle a la comunidad. […] Les parece de lo más extraño que consideremos como innoble al que practica un arte manual, mientras que creemos que son nobles los que, sin tener ningún oficio y rodeados de enjambres de sirvientes, se abandonan al ocio y la lascivia, con un daño evidente para el bienestar de la república. […] Ahora bien, al que sabe más oficios es al que consideran el más noble […], y además los trabajos fatigosos de entre los trabajos productivos son también los más considerados, por lo que ninguno los rechaza. […] Todos tratan sin duda de quedar primero en el trabajo […], pues a todo aquel que sobresale en la actividad que realiza le conceden el título de rey (uno que se reserva a los mejores, no a los que no saben hacer nada). […] La superioridad, cada seis meses, determina quién ha de dormir habitando en uno u otro círculo y ocupando tal o cual estancia, después de lo cual vuelve a cambiar […], y cada actividad u ocupación – manual o especulativa– es común a los ciudadanos, sin que importe ser de uno u otro sexo. […] Cada círculo tiene sus cocinas y sus grandes despensas colectivas […], comen en grandes mesas, reunidos, […]se afanan todos por servir […] porque nadie cree rebajarse al prestar los servicios necesarios en los comedores y cocinas, o en los almacenes y talleres, […] y cada uno tiene su porción. […]Todos visten de blanco, con un traje determinado por las estaciones. […] La planta baja de los edificios se dedica a graneros y talleres, guardarropas, despensas, comedores y lavanderías comunales; […] allí adentro se ejercen los oficios, mientras que los espacios superiores –todos adornados con pinturas– se reservan a la actividad de carácter especulativo, sobre cuya materia se realizan, en los atrios, los cursos y lecciones. [….] Y así, como todas las tareas, las artísticas como las manuales, se reparten y se hacen entre todos, cada ciudadano no trabaja sino cada día cuatro horas, dedicándose luego todo el resto a perfeccionarse en cuanto hace a los aspectos físico y moral. […] No hay allí esclavitud ni servidumbre […], ni hay avidez alguna de riquezas ni por poseer plata ni oro –que tan sólo se encuentran destinados a fabricar algunos utensilios que también emplean en común– […], porque nadie carece de cuanto le sea necesario –y aun lo que su capricho le sugiera–. […] La posesión de bienes, en efecto, no les despierta la menor codicia, puesto que realmente todo el mundo tiene allí cuanto necesita, más aquello que pueda recibir en calidad de premio o galardón, dado que la república acostumbra hacer ciertos regalos a sus héroes. […] De este modo, la vida colectiva hace a cada uno, al tiempo, rico y pobre: rico porque lo posee todo, pobre porque nada es sólo suyo; pero nadie se afana o se preocupa de servir a las cosas, sino, al contrario, de servirse de ellas. […] Cierto que no ignoran el dinero, acuñando moneda destinada a las actividades exteriores de sus embajadores y emisarios. Pero, al contrario, de los mercaderes que, procedentes de los demás países, han llegado hasta allí, interesados por el exceso de su producción, nunca les piden que les den dinero, sino las diferentes mercancías de las cuales carezca la Ciudad. […] Deliberan, reunidos en Consejo, sobre lo que el pueblo necesita, e invisten a los magistrados designados para cada cargo en la Asamblea General, relevándolos luego, en su momento, por acuerdo del pueblo en su conjunto. […] Tratan muy bien a los extranjeros […], enseñándoles todo aquel Estado para que vean el orden que allí reina (porque están firmemente convencidos de que al final el mundo entero no tendrá otro destino y solución que adoptar aquel modo de vida), y permiten que vayan al Consejo y a sentarse en la mesa colectiva. Y, si quieren unirse a aquel Estado, los someten a prueba y luego adoptan la resolución correspondiente. […] En lo que hace a la procreación, todo el mundo se encuentra sometido a lo que ordenan las autoridades, pues la progenie es considerada como bien público, no particular
La Ciudad del Sol
Los relieves narrativos sobrepuestos entre cuatro columnas triunfales que el arquitecto emplaza en las esquinas de una casa de campo, proclamaban la fama de las Madres, donadoras de vida, en vez de los vulgares monumentos que suelen dedicarse a las sangrientas y crueles victorias militares. Proyectando una obra tan extraña, el artista pretende dar las gracias a las mujeres que admiró en su vida
Von Ledoux bis Le Corbusier. Ursprung und Entwicklung der autonomen Architektur, (sobre el llamado Templo de Memoria �??�??Casa de las Mujeres�??�?? de Ledoux)
Los trabajos caseros, en su forma individual, han empezado a desaparecer, siendo sustituidos día a día por el trabajo casero colectivo. Llegará un día […] en que la mujer trabajadora no tendrá que ocuparse de su hogar […]. En el seno de una Sociedad Comunista, la mujer trabajadora no tendrá que pasar en la cocina sus escasas horas de descanso, porque habrá restaurantes públicos y cocinas centrales a los que podrá ir todo el mundo […]. Y lo mismo se puede decir al respecto del lavado de ropa, con la organización de lavaderos centrales, o de otros talleres específicos para los restantes trabajos caseros
La Insurrección de junio; un episodio: “Hubo incluso mujeres que vertían aceite o agua hirviendo a los soldados […]. En muchas de las tiendas que cerraron, los rebeldes escriben: ‘¡Atención, […] muerte a los rateros y ladrones!’. En las banderas de las barricadas ‘Pan y trabajo’ fue un lema frecuente [...]. Muchos optarían por llevar […], junto con ellos a las barricadas también a sus mujeres y sus hijos, mientras decían: ‘¡Ya que no podremos alimentarlos, moriremos juntos!’. Así, mientras los hombres combatían, muchas mujeres fabricaban pólvora y los chicos fundían nuevas balas empleando cualquier trozo de plomo o estaño que cayera entre sus manos. Algunos se sirvieron de dedales para fabricar sus proyectiles, y a su vez por la noche las muchachas, mientras se detenían los combates para dormir, reunían adoquines para arrastrarlos a las barricadas” Ya en la misma insurrección de junio «forzaron aberturas en los muros, para moverse de una casa a otra»
Geschichte der französischen Arbeiter-Associationen
En octubre de 1918, apenas un año después de la llegada de los bolcheviques al poder, el Comité Ejecutivo Central del Soviet, máximo órgano legislativo, ratificó un completo Código sobre Matrimonio, Tutela y Familia. El Código reflejaba legalmente una visión revolucionaria de las relaciones sociales basadas en la igualdad de las mujeres y la ‘evaporación’ de la familia. Según Alexander Goikhbarg, joven […] autor del nuevo Código de Familia, éste preparaba el camino para un tiempo en que ‘los grilletes de marido y mujer’ iban a quedarse ‘obsoletos’. En consecuencia, el Código se redactó con su propia obsolescencia en mente. Goikhbarg escribió: ‘El poder proletario construye sus códigos y sus leyes dialécticamente, con lo que cada día de existencia va minando su necesidad’. En resumen, el objetivo del derecho era ‘hacer que la ley fuera superflua’
Women, the State and Revolution: Soviet Family Policy and Social Life, 1917-1936
La República Soviética no dejó piedra sobre piedra de las leyes que colocaban a la mujer en situación de sometimiento. Me refiero en particular a las leyes que aprovechaban sobre todo la débil situación de la mujer, para así privarla de derechos y colocarla en condiciones humillantes; es decir, a las leyes de divorcio, la cuestión de los hijos ilegítimos y el derecho de la mujer a demandar jurídicamente al padre del niño para que asegure su sustento
Las tareas del movimiento obrero femenino en la República Soviética
El hombre más oprimido puede oprimir a otro ser que es su mujer. Ella es la proletaria del proletario
Unión obrera
Es en vano que la mujer trabajadora se pase el día entero limpiando su casa y lavando y planchando, consumiendo así sus energías en conservar sus ropas desgastadas, y matándose para preparar con sus pocos recursos la mejor comida que consiga. Cuando el día termine no quedará, pese a sus esfuerzos, ningún resultado material del trabajo diario; […] no habrá hecho nada en todo el día que después venga a ser considerado como en calidad de mercancía […]. El trabajo del ama de casa […] es cada vez más improductivo
El capitalismo ha cargado sobre los hombros de la mujer trabajadora un peso que la aplasta; la convirtió en obrera, sin aliviarla de sus cuidados de ama de casa y madre. Por tanto, nos encontramos con que la mujer se agota como consecuencia de esta triple e insoportable carga [...]. Los cuidados han sido siempre el destino de la mujer, pero nunca fue más infortunado, más desesperado su destino que el de millones de trabajadoras bajo el yugo del capitalismo, y esto precisamente cuando la industria ha alcanzado una máxima expansión
La emancipación de los obreros deben lograrla los obreros mismos, ocurriendo otro tanto en el terreno de la emancipación de las mujeres trabajadoras: debe ser fruto de su propio esfuerzo
Las tareas del movimiento obrero femenino en la República Soviética
Cuando las mujeres de clase trabajadora entraron a formar entre las filas de los que vendían su trabajo […], siendo forzadas por la necesidad a entrar en el mercado laboral, pues su padre o marido estaba en paro, los trabajadores empezaron a entender que dejar atrás a las mujeres entre las filas de los «no-conscientes» era dañar su causa y evitar sin duda que avanzara. ¿Qué nivel de conciencia puede poseer una mujer que se encuentra sentada ante el fogón y no tiene derechos en la sociedad, ni en el estado o en la familia?
Día de la mujer
Conmemorando el día de la mujer, las mujeres organizadas se manifiestan en contra de su falta de derechos. Pero dicen algunos: ¿por qué ha de haber tal separación?; ¿por qué ha de haber un día de la mujer, panfletos especiales para trabajadoras, conferencias y mítines?; ¿no es una concesión a las feministas y sufragistas burguesas? Solamente aquellos que no entiendan la radical diferencia que se da entre el movimiento de mujeres socialistas y las sufragistas burguesas pueden argumentar de esa manera. En efecto, ¿cuál es el objetivo de las feministas burguesas? Conseguir las mismas ventajas, el mismo poder y los mismos derechos en la sociedad capitalista que ahora poseen sus maridos, y sus padres y hermanos. Pero, ¿cuál es en cambio el objetivo para las obreras socialistas? Abolir todo tipo de privilegios que deriven del nacimiento o la riqueza. A la mujer obrera nada importa si su patrón es hombre o es mujer. […] El día de la mujer es un eslabón en la larga y sólida cadena de la mujer en el movimiento obrero
Día de la mujer
El comunismo, gran emancipador del sexo femenino, no puede ser sólo resultado de la lucha común de las mujeres de todas las clases por la reforma del sistema burgués en la dirección indicada por las reivindicaciones feministas; no puede ser sólo resultado de la lucha contra la posición privilegiada que ocupa el sexo masculino. El comunismo no puede realizarse sin la lucha común de las mujeres y hombres del proletariado explotado contra los privilegios y el poder de los hombres y mujeres de las clases poseedoras y explotadoras
Directrices para el movimiento comunista femenino
Los derechos no bastan por sí solos. Hay que aprender a usarlos. El derecho a voto es un arma que hemos de aprender a utilizar para nuestro propio beneficio y el de la república de los trabajadores. […] Las mujeres obreras y campesinas no alcanzarán la igualdad real, es decir, no sólo en la ley, si no ponen toda su energía en hacer de Rusia una sociedad verdaderamente comunista
El día internacional de la mujer
La argelina comprometida con la lucha tuvo que aprender al mismo tiempo, y de forma instintiva, su papel de ‘mujer sola en la calle’ y su misión en la revolución […]. Decidir la incorporación de la mujer como elemento capital, y hacer depender la revolución de su presencia, fue una actitud revolucionaria
L???An V de la révolution algeriénne
Los hombres dejen de tener razón. Las mujeres, de ser silenciosas […]. La libertad del pueblo argelino se identifica con la liberación de la mujer, con su entrada en la historia
L???An V de la révolution algeriénne
¿Sabe, general […], cómo se hizo la revolución del 18 de marzo? La han realizado las mujeres. […] ¿Creen poder hacer la revolución sin las mujeres? Hace ochenta años que se intenta y no se consigue. La primera revolución les concedió el título de ciudadanas, pero no los derechos. Las dejó excluidas de la libertad y la igualdad
“La révolution sans la femme,” La Sociale, 8 de mayo de 1871
¡A las armas! ¡La patria está en peligro! […] Ciudadanas de París, descendientes de las mujeres de la gran Revolución que, en nombre del pueblo y la justicia, marcharon sobre Versalles y trajeron cautivo a Luis XVI, nosotras, madres, mujeres y hermanas del pueblo francés, ¿continuaremos soportando que la ignorancia y la miseria hagan a nuestros hijos enemigos? ¿Que se mate el padre contra el hijo y los hermanos se maten entre sí por capricho de nuestros opresores que buscan la destrucción de la ciudad tras haberla entregado al extranjero? ¡Ciudadanas, llegó la hora decisiva! ¡Queremos ser libres! ¡Hay que acabar con el viejo mundo!
Appel aux citoyennes de Paris firmado por �??Un grupo de ciudadanas�??, en el Diario Oficial de la República Francesa bajo la Comuna, 11 de abril de 1871
Los hombres hicieron el 14 de julio, las mujeres el 6 de octubre. Los hombres tomaron la Bastilla, las mujeres al rey. Y lo pusieron en manos de París, de la Revolución exactamente.
Les Femmes de la Révolution
La sociedad depende de las mujeres. Todo pueblo que tiene la desgracia de encerrarlas se vuelve insociable.
dedicatoria a le Chevalier Falkener en Zaïre
¿No han violado el principio de igualdad al haber despojado del derecho de participar, al crear las leyes, a la mitad de la raza humana, cuando han excluido a las mujeres del derecho de ciudadanía?
Sur l???admission des femmes au droit de cité
¡Mujer, despierta, conoce tus derechos! […] Mira que el hombre esclavo, que ha aumentado su fuerza, ha necesitado de la tuya para poder romper con sus cadenas pero, una vez libre, se ha hecho injusto con su compañera. ¡Oh, mujeres, mujeres!, ¿cuándo saldréis de vuestra ceguera? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la Revolución?
�??Postambule à la Déclaration des Droits de la Femme et de la Citoyenne�?�, 1791
Del comportamiento actual de la mujer, de su debilidad por un placer que sustituye en ella la ambición y las pasiones que abren y engrandecen noblemente el espíritu, puede deducirse con justicia que la educación que hasta ahora ha recibido, en concordancia con la constitución de lo que es la sociedad civil, solamente ha buscado convertirla en insignificante objeto de deseo y procreadora de bufones
Desarrollad la mente de la mujer y acabará la obediencia ciega. Pero, como el poder intenta siempre verse ciegamente obedecido, los tiranos y los libertinos saben bien lo que hacen cuando se esfuerzan en tener y mantener en la oscuridad a las mujeres. Los primeros no quieren sino esclavas, los segundos juguetes.
Sé que ver levantarse a una mujer de color para hablarles de cómo son las cosas y de derechos para las mujeres causa como un cierto resquemor e incluso deseos de silbar. […] Luego hablan de eso en la cabeza; ¿cómo dicen?, ¿razón?, eso es, cariño. Pero eso ¿qué tiene que ver con los derechos de las mujeres o los negros? […] Si la primera mujer que hizo Dios fue tan fuerte como para poner ella sola el mundo al revés, ¡todas estas mujeres aquí juntas deben ser capaces de ponerlo otra vez al derecho! Y ahora que piden hacerlo, más les valdría a los hombres que lo hicieran.
�??Ain�??t I a Woman?�?� (1851), en History of woman suffrage
En la vida de los obreros la mujer lo es todo. Ella es su única reserva. Si les falta, ya todo les falta. En realidad también lo dicen ellos: «la mujer es quien hace o deshace la casa». Es verdad, y esa frase ya se ha vuelto proverbio.
�??Por qué menciono a las mujeres�?�
Todos los males de la clase obrera se resumen en sólo dos palabras: miseria e ignorancia, ignorancia y miseria… Para salir de ese laberinto no veo más que un medio: comenzar a instruir a las mujeres.
�??Por qué menciono a las mujeres�?�
Las mujeres siempre han encontrado modos de rebelarse o responder, pero siempre de manera aislada y al interior del ámbito privado. El problema es entonces cómo llevar a las calles esa lucha fuera de la cocina y del dormitorio […]. Al respecto, podemos observar las implicaciones revolucionarias de la demanda del salario doméstico. Esa es la demanda por la que termina nuestra naturaleza y comienza nuestra lucha, porque el simple hecho de reclamar un salario para el trabajo doméstico significa rechazar ese trabajo como expresión de nuestra naturaleza.
En lo que a las mujeres se refiere, su trabajo aparece como un servicio personal externo al capital.
Contraatacando desde la cocina
En la historia de la causa antiesclavista las mujeres tendrán un gran espacio, ya que la causa del esclavo ha sido, sobre todo, una causa de mujeres.
The Life and Times of Frederick Douglass
La campaña abolicionista supuso para las mujeres un refugio donde podían verse valoradas por trabajos concretos. La intensidad, el apasionamiento y el carácter incondicional de su compromiso en la batalla contra la esclavitud quizá se deban a que experimentaban una alternativa emocionante a sus vidas domésticas, y al oponerse a una opresión que guardaba semejanza con la suya. (…) Al cursar peticiones manifestando su oposición a la esclavitud, las mujeres se vieron conminadas a defender simultáneamente su derecho a implicarse al interior del trabajo político. ¿De qué otro modo podían –privadas como estaban todavía del derecho a votar– convencer al gobierno de que aceptara sus firmas si no era impugnando de modo violento la validez de su exilio de la actividad política?