civil
La gran Revolución francesa comenzó con la triunfal proclamación de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano; pero ese derecho, –proclamado para toda la humanidad– no era realmente sino sólo un derecho de clase para aquello que era el ciudadano como código de la burguesía (a saber, el Código Civil). Ese Código de Napoleón, formulación en abreviatura de la naturaleza, real e histórica, de la gran Revolución francesa, revolución burguesa como tal. Proclamado derecho natural como el del ciudadano –el propietario–, como derecho innato estrictamente”. “La burguesía se representa la revolución burguesa, más o menos, como ‘un señor de traje oscuro’ que, bajo el nombre de ‘revolución’, realiza un ‘milagro’ al poner en práctica los principios del derecho natural y al derribar, al mismo tiempo, a los odiados señores feudales, instaurando así la libertad y la garantía de la libertad de la propiedad privada. Si además se producen algunas tensiones, es decir, los calificados como “males de la revolución”, “el terror” y las ejecuciones –unas que ni siquiera se detienen ante la sagrada persona del rey–, constituyen casos desgraciados que habrá que olvidar a toda prisa o, incluso, negarlos, borrarlos del todo de los libros de historia–
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Teoría estratégica de la guerra civil según la exposición de d’Havrincourt. No permitir nunca que las tropas acampen en los focos de revuelta. Se pervierten al tratar con los facciosos, y se niegan después a disparar en el momento en que hay que reprimir [...]. Forzar la construcción de ciudadelas que dominen los centros sospechosos, estando listos para fulminarlos. Tener acantonadas a las tropas, lejos del contagio popular
Critique sociale, II, Fragments et notes (Saint-�?tienne, 1850)
París en armas era la revolución en armas. Dado que el triunfo de París sobre las fuerzas del agresor prusiano hubiera sido el triunfo del obrero sobre el capitalista –ambos franceses–, […] en el conflicto abierto entre sus deberes nacionales y sus intereses como clase el gobierno de la defensa nacional no dudó un instante en convertirse en gobierno de la traición nacional
La guerra civil en Francia
En su firme rechazo a aceptar la guerra civil iniciada por Thiers con el asalto nocturno a la ciudad, el Comité Central cometería un error decisivo: no marchar, sin pérdida de tiempo, sobre el gobierno de Versalles
La guerra civil en Francia
Si París pudo resistir fue porque, a consecuencia del asedio, se había deshecho del ejército, sustituido por una Guardia Nacional cuyo contingente principal ahora lo formaban los obreros […]. El primer decreto de la Comuna suprimía el ejército permanente, sustituyéndolo por el pueblo armado. La Comuna estaba conformada por los consejeros municipales elegidos en cada distrito mediante sufragio universal, todos responsables y revocables en todo momento. […] Desde los Consejeros para abajo, todos los cargos públicos debían ejercer su trabajo con salarios obreros […]. Como los restantes funcionarios, todos los magistrados y jueces eran revocables y electivos […]. Formada la Asamblea Nacional, los delegados serían igualmente todos revocables y electivos, sometidos a mandato imperativo de sus respectivos electores. […] Entre las reformas laborales, se suprimieron las multas de la empresa impuestas directamente a los obreros, y se prohibieron ciertos tipos de trabajos nocturnos. En lo que hace a la educación, todas las instituciones de enseñanza fueron abiertas gratuitamente al pueblo y emancipadas de la Iglesia –se eliminó la subvención del culto y quedó separada del Estado–
La guerra civil en Francia
Como gobierno del pueblo por el pueblo, […] la Comuna aspiraba ciertamente a expropiar a los expropiadores
La guerra civil en Francia
En la guerra contra la Comuna […], tras la guerra más dura y más violenta de los tiempos modernos, el vencedor ejército prusiano y el derrotado ejército francés se hermanarán en la matanza del proletariado parisino […]. Todos los gobiernos nacionales son uno sólo contra el proletariado
La guerra civil en Francia
Proclamado [el derecho Civil] derecho natural como el del ciudadano –el propietario–, como derecho innato estrictamente
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Desde cientos de años antes de la gran revolución francesa se había ido elaborando, bajo la denominación de ‘derecho natural’, la consciencia jurídica de la burguesía en ascenso, una que finalmente, con la Declaración de los derechos del hombre y, posteriormente, el Código civil, se convirtió en derecho positivo
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
El Código civil no ha creado la sociedad burguesa contemporánea. La sociedad burguesa, al contrario, encuentra expresión jurídica en ese código. Tan pronto como deje de corresponder a las relaciones sociales imperantes, se transformará, pura y simplemente, en un mero pedazo de papel
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Sólo consideramos esencial y efectivamente derecho el llamado derecho civil o económico. Tras la primacía de dicho derecho, en el derecho constitucional se incluye el ordenamiento del Estado, es decir, el derecho público correspondiente a la economía. Viene a continuación el derecho penal, instrumento auxiliar para la conservación del orden político y social establecido, y las instituciones y las normas que con él están relacionadas
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Dar la batalla por una concepción –una nueva, clasista– del derecho”. “Proclamar una auténtica guerra civil en lo que es el frente del derecho
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Como tal, el Ejército Rebelde –manteniendo una estrecha relación con los miembros del campesinado– promulgó su código penal e igualmente su código civil. Y así administró justicia y pasó a controlar los suministros y a recaudar impuestos en sus zonas
�??Notas para el estudio de la ideología de la revolución cubana�?�, octubre de 1960
La revolución es una guerra, una guerra civil. Única guerra justa, necesaria, legítima, la única gran guerra de las conocidas por la historia. No sostenida por el interés de un puñado de explotadores y caudillos, tal como lo son las otras guerras, sino del de las masas populares, dirigida contra los tiranos
Porque todos los hombres reconocen como tal el derecho a la revuelta, es decir, a negarse a obedecer, resistiendo a un gobierno que demuestra […] tiranía e incapacidad. […] Éste es el momento en que los hombres de bien han de revolucionarse y rebelarse
Desobediencia civil
Del comportamiento actual de la mujer, de su debilidad por un placer que sustituye en ella la ambición y las pasiones que abren y engrandecen noblemente el espíritu, puede deducirse con justicia que la educación que hasta ahora ha recibido, en concordancia con la constitución de lo que es la sociedad civil, solamente ha buscado convertirla en insignificante objeto de deseo y procreadora de bufones