injusticia
“Kohlhaas, que crees ser el adalid enviado para mantener la espada de la justicia entre tus manos, ¿qué es lo que estás haciendo, criminal, en la loca pasión de tu ceguera?, ¡tú, injusticia hecha carne desde el pelo a las suelas de las botas! Como el señor al que debes obediencia te ha negado el que crees tu derecho –uno que no es sino el combate por una insignificante propiedad–, te levantas, impío, a sangre y fuego, e irrumpes, como el lobo del desierto, en la paz de ese pueblo que él protege. […] Pero, ¿cómo te atreves a decir que te han negado tu derecho, tú, cuyo pecho impío, arrebatado de odio y de venganza, de inmediato, al primer revés quisiste por ti mismo hacer justicia? […] Pues, ¿qué saben de ti tus superiores, si el señor contra el que te alzas no conoce tu nombre tan siquiera? […] Mira que la espada que levantas es la espada del crimen y del robo; no eres otra cosa que un rebelde, no un guerrero y campeón de Dios. Mira que tu destino en esta tierra es la rueda y la horca, y más allá la condenación”
Dado en Wittenberg, Martín Lutero.
[Kohlhaas va al encuentro de Lutero]
“El combate contra lo que fue mi comunidad, contra mi estado, sólo sería un crimen si no me hubieran expulsado de él”. “¿Expulsado?”, exclamó Lutero. “¡Qué inmenso delirio en lo que dices! ¿Quién te expulsó del estado en el que vivías? “. “Llamo expulsado –le respondió Kohlhaas– a aquel a quien le han negado el amparo efectivo de las leyes. Quien me niega esa protección –como a todos aquellos que me siguen– me expulsa al desierto y me pone la maza entre las manos!”
Michael Kohlhaas
Si eres capaz de temblar de indignación cada vez que ves que se comete una injusticia en el mundo, realmente somos camaradas
Carta a María Rosario Guevara, Casablanca, Marruecos, 20 de febrero de 1964
Los mismos que, desde hace cuatro años, conspiran bajo el velo del patriotismo, hoy, que los amenaza la justicia, van repitiendo la frase de Vergniaud: ‘La revolución es como Saturno; devorará a todos sus hijos’. Lo repitió, en su proceso, Hébert, como la recitan y repiten los que tiemblan al ser desenmascarados. La Revolución no devorará a sus hijos, sino tan sólo a sus enemigos, sea cual fuere la máscara bajo la que busquen ocultarse. […] La Revolución devorará hasta el último amigo y partidario de la tiranía. No perecerá patriota alguno. […] Los que nos reprochan por severos, ¿preferirían que fuéramos injustos? […] ¡Odiad a los enemigos de la República y estad en paz con vosotros mismos!
Informe sobre la conjura, 31-3-1794
El Estado de Francia en esa época consistía en un conglomerado de privilegios contradiciendo toda idea, y hasta la razón en general, una más que absurda situación de una corrupción descomunal, un auténtico reino de injusticia. La opresión terriblemente dura que ejercía su peso sobre el pueblo, las dificultades del gobierno para garantizar a aquella corte los medios que le eran necesarios a su lujo y prodigalidad daban ocasión al descontento. El nuevo espíritu empezó a actuar: la opresión dio paso al libre examen. Y se hizo evidente que las enormes sumas arrancadas cada día al sudor del pueblo no eran realmente dedicadas a los fines propios del Estado, sino derrochadas locamente. Así, todo el sistema del Estado fue visto como injusta iniquidad
El mal está en la cosa y el remedio es violento. Hay que dar con el hacha en la raíz. Hacer que el pueblo conozca sus derechos, comprometerlo así a reivindicarlos. Hay que ponerle las armas en la mano, proceder a apresar, en todo el reino, a los tiranuelos que lo oprimen, derribar el monstruoso edificio de nuestro gobierno y fundar uno nuevo sobre una base equitativa […]. Los que creen que el resto del género humano está hecho para servir su bienestar no aprobarán ese remedio, pero a ellos no hay que consultarlos: se trata de liberar a todo un pueblo de la injusticia de sus opresores
Les Aventures du Comte Potowsky
Favoreced la justicia empleando todas vuestras fuerzas. Que todo abuso sea fulminado. Que todo hombre injusto con el pueblo sea enjuiciado y castigado
Cuanto existe a nuestro alrededor ha de terminar, ha de cambiar, porque todo es injusto en torno nuestro. […] Nunca deberéis imitar nada de cuanto pasó antes de vosotros: el heroísmo no tiene modelos
La idea y el concepto de derecho se afirmaron de golpe y el viejo edificio de la injusticia no pudo resistirlo. En función de la idea del derecho se construyó una constitución, de manera que todo lo demás reposó en adelante en esa base
¡Mujer, despierta, conoce tus derechos! […] Mira que el hombre esclavo, que ha aumentado su fuerza, ha necesitado de la tuya para poder romper con sus cadenas pero, una vez libre, se ha hecho injusto con su compañera. ¡Oh, mujeres, mujeres!, ¿cuándo saldréis de vuestra ceguera? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la Revolución?
�??Postambule à la Déclaration des Droits de la Femme et de la Citoyenne�?�, 1791