justicia
[Habla Fuerza, y luego Hades]
“Amarra con grilletes irrompibles
a este escarpado risco ese bandido.
[…]
¡Que aprenda a respetar de Zeus la fuerza
y a su amor a los hombres poner freno!
[…]
Tú, un dios, sin arredrarte ante la ira
de los dioses, honraste a los mortales
más de lo justo. A cambio, en esta roca
[…]
te desharás en llantos y en gemidos
pues el pecho de Zeus es inflexible,
¡que todo nuevo rey tirano reina!”
[Prometeo]
Bien sé del Hado la invencible fuerza
y con paciencia habré de soportarla,
pero callar o no este infortunio
no me fuera otorgado: un don al hombre
me ha uncido al duro yugo del destino.
Robé del fuego, en una oculta caña,
la recóndita fuente que sería
maestra de las artes y un recurso
para el hombre. […] Veían sin ver nada,
oían sin oír, en vano sueño….
[…]
Yo enseñé a los mortales el camino
hacia un arte difícil. Las señales
del fuego luminosas a sus ojos
hice que fueran, ciegos hasta entonces.
Así el hombre, al final, las artes todas
conoció a mi través. […] Por esa culpa,
me han clavado a esta roca, a la intemperie.
[…]
Adorad al tirano, al poderoso,
que a mí me importa Zeus menos que nada.
Impere y mande por un breve tiempo.
No ha de durar su imperio entre los dioses…
Prometeo encadenado
Creonte.- Dí, ¿sabías que estaba prohibido?
Antígona.- Lo sabía. La cosa estaba clara.
Creonte.- Y, ¿te atreviste a violar las leyes?
Antígona.- No dictó tales leyes la Justicia. [...] Que había de morir ya lo sabía, aunque no me lo hubieras anunciado. [...] Sucumbir a ese lance no me duele.
[...]
Creonte.- Esta insolente ha sabido ir y violar las leyes decretadas. ¡Y aún mayor la insolencia de jactarse! [...] ¿No te avergüenzas de pensar distinto a como lo hacen todos los restantes?
Antígona.- Yo no comparto odio, amor comparto. [...]Si los dioses dan esto por bueno, no reconoceré que haya pecado sino cuando decidan castigarme. [...] Honrar a los hermanos no es vergüenza
Antígona
“Rey Felipe, natural español, hijo de Carlos, Lope de Aguirre, tu mínimo vasallo, […] en mi mocedad pasé el mar Océano a las partes del Pirú, por valer más con la lanza en la mano, […]; y así, en veinticuatro años, te he hecho muchos servicios en conquistas de indios, y en poblar pueblos en tu servicio, especialmente en batallas y reencuentros […]. Mira, mira, Rey español que no seas cruel ni ingrato a tus vasallos, pues estando tu padre y tú en los reinos de Castilla, sin ninguna zozobra, tus vasallos te han dado, a costa de su sangre, tantos reinos y señoríos como en estas partes tienes. Y mira, Rey y Señor, que no puedes llevar con título de Rey justo ningún interés destas partes donde no aventuraste nada […]. Por cierto tengo que van pocos reyes al infierno porque sois pocos, y aun si muchos fuésedes ninguno podría ir al cielo, porque creo que allá seríades peor que Lucifer, según tenéis sed y hambre y ambición de sangre humana; mas no me maravillo de vosotros, pues os llamais siempre menores de edad, […] y vuestro gobierno es aire”. Avísote […], Rey español, […] que por no poder sufrir más las crueldades de tus oidores […], he salido de hecho con mis compañeros, cuyos nombres diré, de tu obediencia, y desnaturándonos de nuestras tierras, que es España, para hacerte en estas partes la más cruel guerra. Y así a Dios solemnemente voto de no dejar ministro tuyo a vida. Hijo de fieles vasallos en tierra vascongada, rebelde hasta la muerte por tu ingratitud. Lope de Aguirre, el Peregrino”.
Carta a Felipe II
“Kohlhaas, que crees ser el adalid enviado para mantener la espada de la justicia entre tus manos, ¿qué es lo que estás haciendo, criminal, en la loca pasión de tu ceguera?, ¡tú, injusticia hecha carne desde el pelo a las suelas de las botas! Como el señor al que debes obediencia te ha negado el que crees tu derecho –uno que no es sino el combate por una insignificante propiedad–, te levantas, impío, a sangre y fuego, e irrumpes, como el lobo del desierto, en la paz de ese pueblo que él protege. […] Pero, ¿cómo te atreves a decir que te han negado tu derecho, tú, cuyo pecho impío, arrebatado de odio y de venganza, de inmediato, al primer revés quisiste por ti mismo hacer justicia? […] Pues, ¿qué saben de ti tus superiores, si el señor contra el que te alzas no conoce tu nombre tan siquiera? […] Mira que la espada que levantas es la espada del crimen y del robo; no eres otra cosa que un rebelde, no un guerrero y campeón de Dios. Mira que tu destino en esta tierra es la rueda y la horca, y más allá la condenación”
Dado en Wittenberg, Martín Lutero.
[Kohlhaas va al encuentro de Lutero]
“El combate contra lo que fue mi comunidad, contra mi estado, sólo sería un crimen si no me hubieran expulsado de él”. “¿Expulsado?”, exclamó Lutero. “¡Qué inmenso delirio en lo que dices! ¿Quién te expulsó del estado en el que vivías? “. “Llamo expulsado –le respondió Kohlhaas– a aquel a quien le han negado el amparo efectivo de las leyes. Quien me niega esa protección –como a todos aquellos que me siguen– me expulsa al desierto y me pone la maza entre las manos!”
Michael Kohlhaas
Los mismos que, desde hace cuatro años, conspiran bajo el velo del patriotismo, hoy, que los amenaza la justicia, van repitiendo la frase de Vergniaud: ‘La revolución es como Saturno; devorará a todos sus hijos’. Lo repitió, en su proceso, Hébert, como la recitan y repiten los que tiemblan al ser desenmascarados. La Revolución no devorará a sus hijos, sino tan sólo a sus enemigos, sea cual fuere la máscara bajo la que busquen ocultarse. […] La Revolución devorará hasta el último amigo y partidario de la tiranía. No perecerá patriota alguno. […] Los que nos reprochan por severos, ¿preferirían que fuéramos injustos? […] ¡Odiad a los enemigos de la República y estad en paz con vosotros mismos!
Informe sobre la conjura, 31-3-1794
Pues, si se suprime la justicia, ¿qué son los reinos sino grandes latrocinios?
De Civitate Dei, IV, 4
La justicia es virtud que se diría plebeya y humilde que se arrastra bastante por debajo de los tronos reales, o quizá, mejor dicho, hay dos justicias: una justicia buena para el pueblo, que sobrevive puesto de rodillas y que, estando cargado de cadenas, no puede saltar el muro que lo encierra, y otra, la justicia de los príncipes, que es más noble que la de los plebeyos y más libre en sus movimientos, una para la cual viene a ser lícito simplemente todo cuanto quieran
Utopía
No pudiéndose hacer que sea forzoso el obedecer a la justicia, se hizo ser justo obedecer la fuerza. […] En efecto, la fuerza todo rige
Pensées
No se trata de hacer ningún proceso, dado que ni Luis es acusado ni vosotros tampoco sois jueces, sino hombres políticos, representantes, sí, de la nación. No debéis pronunciar una sentencia a favor o en contra de hombre alguno, sino adoptar una medida necesaria a la salud pública, ejecutando un acto de entera providencia nacional […]. No, Luis no puede ser juzgado; está ya condenado o, de otro modo, no estaría fundada la república. Realizar el proceso de Luis significa volver al despotismo, sea monárquico o constitucional; es una idea contrarevolucionaria, dado que cuestiona y pone en duda la revolución en cuanto tal […]. Pues los pueblos no juzgan a la manera de los tribunales, no promulgan sentencias; realmente fulminan, no condenan al rey, a saber, lo hunden en la nada, y esta justicia es superior a la del tribunal
Discurso a la Convención
Juzgar consiste en aplicar la ley. Una ley lo es tan sólo cuando es relación de justicia. ¿Qué relación de justicia puede haber entre la humanidad y los reyes?
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Luis es un extranjero entre nosotros. Ciertamente, antes de su crimen, siendo rey no era ciudadano: no podía votar; no podía empuñar las armas…; mas, después de su crimen, realmente lo es menos todavía. ¿Mediante qué abuso de la misma justicia se le podría hacer un ciudadano para luego pasar a condenarlo? Desde el mismo momento en que un hombre es culpable, sale como tal de la ciudad
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Comparad el ejemplo que debéis a la tierra, el impulso que debéis a la libertad, la justicia que debéis al pueblo con la piedad criminal que ahora reclama el que nunca la tuvo. Decid a Europa: sirve tú a tus reyes contra nosotros, que somos rebeldes. Pronunciad la verdad, sí, sed sinceros
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
No se levanta el pueblo cuando el príncipe es justo, no se embravece el mar si el aire está calmado
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
Hay que gobernar mediante el hierro al que no se puede gobernar aplicándole sólo la justicia. […] Que el pueblo reine sobre sus opresores. […] Es preciso oprimir a los tiranos
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
La piedad por el crimen es un claro signo de traición […]. No poseo indulgencia hacia los enemigos de mi patria; no conozco sino la justicia
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
El gobierno revolucionario estableció la dictadura de la justicia
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
El pobre es quien empuja la carreta y defiende la revolución. La opulencia, en cambio, está en las manos de los que pretenden destruirla. […] La mayor parte de nuestros empleos son acaparados por bribones que se enriquecieron justamente con el pretexto de la libertad; son contables que hacen guerra permanente a la justicia […]. La necesidad sujeta al pueblo, a los trabajadores, entre manos de aquellos que son sus enemigos
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
La justicia hace iguales a los hombres; es garantía del gobierno libre
Informe sobre las facciones en el extranjero, 13-3-1794
La aristocracia, fiel a sus consignas, ha acusado al gobierno de establecer una dictadura. ¿Desde cuándo nuestros enemigos, partidarios de la tiranía, se interesan por la libertad?
Hubo que hundir bajo sus escombros la monarquía, ataúd inmenso de generaciones de siervos y oprimidos. Hubo que vengar a nuestros padres
Ellos cuentan con siglos de locura; nosotros, hasta hoy, con cinco años de resistencia frente a la opresión
Nosotros, nietos de los labradores, de los marineros y soldados […], somos mucho más grandes que ellos. […] ¿Qué es un rey al lado de un francés?
La libertad nació entre tempestades. Ha surgido del caos, como el mundo. Llorando, como el hombre cuando nace. […] Combatimos la espada con la espada y fundamos así la libertad
Federalismo es pueblo dividido. […] Hemos de hacer hermanos, ciudadanos. Es preciso hacer una ciudad
Si la República romana renaciera se glorificaría por nosotros
Hemos de formar conciencia pública, superior a toda policía
Favoreced la justicia empleando todas vuestras fuerzas. Que todo abuso sea fulminado. Que todo hombre injusto con el pueblo sea enjuiciado y castigado
Pronto las naciones ilustradas entablarán proceso a la memoria de quienes han reinado sobre ellas y arrastrarán sus restos al cadalso. Pisoteará Europa el polvo y la memoria de todos sus tiranos. Cualquier gobierno que no esté basado en la justicia será aborrecido
Cuanto existe a nuestro alrededor ha de terminar, ha de cambiar, porque todo es injusto en torno nuestro. […] Nunca deberéis imitar nada de cuanto pasó antes de vosotros: el heroísmo no tiene modelos
Actuad con la audacia y con el genio propios de la verdad y la justicia. […] Justicia favorable para el pueblo, y terrible con sus enemigos
La exaltación está, efectivamente, en la resolución irreductible de defender siempre los derechos propios del pueblo y de la Convención. La exaltación está en el desprecio por la posesión de las riquezas
Las instituciones son la garantía del gobierno de un pueblo libre […], asientan el reino de la justicia […], son garantía de la libertad
Fragmentos póstumos
Lo que finge Platón en su República o lo que rige ahora en Utopía es mejor que lo nuestro en todo caso […]; aquí domina la propiedad privada, mientras allí todo es en común […]. En donde exista la propiedad privada, donde todo se mida por dinero, no podrán reinar en el Estado la prosperidad y la justicia, a menos que sea justo aquel Estado en que lo mejor pertenece a los peores, y que sea próspero un país donde sólo unos pocos individuos copan entre sí todos los bienes […] mientras los más están en la miseria. […] La distribución de los bienes por igual permite a todos vivir en la abundancia […] No hay otro modo de salvar a un pueblo que la plena igualdad de condiciones poseyendo los bienes entre todos […]. Es preciso abolir la propiedad
Utopía
Los proyectos trazados por Ledoux ocupan un lugar característico en la ensoñación arquitectónica producida por la revolución [...]. El cubo del proyecto del “Pacífero” le parece legitimado como símbolo de la Justicia y de la Permanencia, y eso por cuanto la totalidad de las formas elementales geométricas eran signos cargados, según él, cada uno con sus propias referencias a una evidencia interna perceptible. La Ville naissante [la Ciudad naciente], ciudad donde una vida elevada y auténtica [...] debía encontrar su lugar, va rodeada por el puro contorno de la elipse [...]. Sobre el nuevo edificio del Derecho –que bautiza Pacífero– nos dice dentro del texto de su Architecture: “La construcción que ideó mi fantasía ha de ser en efecto tan sencilla como el Derecho que allí ha de dictarse.”
Von Ledoux bis Le Corbusier. Ursprung und Entwicklung der autonomen Architektur
En mi ciego entusiasmo, erigí un templo a la felicidad amontonando piedra sobre piedra. […] La Ville naissante [la Ciudad naciente], donde cada edificio habrá de ser caso a caso del todo motivado, llegará quizá a ser habitada por hombres que sean menos criminales, donde la razón y el interés llegarán a ejercer un cierto imperio. De manera que, antes de guiarlos en dirección a la felicidad, deberán hacerse dignos de ella. […] Construyámosles pues un monumento dedicado a la Conciliación. […] Ha de ser tan sencillo como las leyes que allí deben fallarse […]. Los consejos de un árbitro experto, con su amor por la paz y la justicia, les infundirán dulce concordia
L???Architecture considerée sous le rapport de l???art, des moeurs et de la législation, (texto sobre el �??Pacífero�?�)
Múltiples pórticos hasta el horizonte. […] Tras haber subido varias rampas, que se han suavizado con objeto de no ocultar el cuerpo principal, me detengo en la puerta de un monumento aún desconocido. Las primeras figuras que hay ante mi vista son las Gracias. Sí, aquí, en una Escuela de Moral. […] ¡Ved la proporción de las figuras que, sin ocultar los lisos muros, aparecen ahí representadas! La Sabiduría, la Razón y la Justicia, Templanza, Moderación y Continencia, Generosidad, Magnanimidad, Prudencia, Piedad y Firmeza de Espíritu, […] mientras los espacios intermedios aparecen cargados de inscripciones […] La multitud se agrupa entre sus pórticos: la infancia jugando ahí, a cubierto; la juventud y la adolescencia, discurriendo por esos espacios; unos dibujan y otros analizan las figuras y las inscripciones; y los hombres maduros, que meditan; la ancianidad, entregada a la memoria...
L???Architecture considerée sous le rapport de l???art, des moeurs et de la législation, (descripción del Panaretheon, o �??Casa de todas las Virtudes�?�)
Propuesta de dar nombres a las calles en el período revolucionario: «Alguien [...] quiso ponerles a las calles y a los callejones parisinos denominaciones de virtudes y de sentimientos generosos, sin caer en la cuenta de que aquella nomenclatura moralista era demasiado limitada para las muchas calles existentes [...]. Por lo demás se advierte en el proyecto la existencia de cierta ordenación para la atribución de dichos nombres; la calle de la Justicia por ejemplo, o la calle de la Humanidad, debían conducir hacia la calle de la Felicidad directamente [...], mientras la calle de la Probidad [...] debía atravesar París entero hasta alcanzar a los mejores barrios»
Paris a la fin du dix-huitième siècle
La propiedad es odiosa en su principio, como es criminal en sus efectos. El estado de comunidad es el único estado de justicia, fuera del cual no pueden existir sociedades felices y pacíficas
Le Tribun du peuple, nº 37
El negro, históricamente, hundido en la inesencialidad de la servidumbre, ha sido liberado por el amo. Él no ha sostenido una lucha por la libertad. […] El negro ignora el precio de la libertad, porque él realmente no ha luchado por ella. Cierto que también, de cuando en cuando, pelea por la Libertad y la Justicia, pero siempre se trata de libertad y justicia blancas, es decir, de valores que han sido secretados por los amos
Peau noire, masques blancs
Como tal, el Ejército Rebelde –manteniendo una estrecha relación con los miembros del campesinado– promulgó su código penal e igualmente su código civil. Y así administró justicia y pasó a controlar los suministros y a recaudar impuestos en sus zonas
�??Notas para el estudio de la ideología de la revolución cubana�?�, octubre de 1960
Pues ahora esa masa anónima, la de toda esa América de color, esa masa sombría, taciturna, que con igual tristeza e inquietud canta a través de todo el continente, esa masa va ahora a penetrar definitivamente ya en su historia; pues ahora comienza a reescribirla con letras de sangre, sí, ahora que empieza a sufrir y morir; porque ahora en efecto en las montañas y los campos de América, en los flancos de sus cordilleras, en sus bosques como en sus llanuras, en la soledad o animación de sus tantas villas y ciudades, al borde de sus océanos enormes y en las orillas de sus grandes ríos vibra todo ese mundo lleno de corazones que palpitan, con los ardientes puños que se encienden del ardiente deseo de morir por aquello que es suyo, conquistar sus derechos pisoteados por unos y otros a lo largo ya de cinco siglos. La historia ha de contar en adelante con los pobres de América, los explotados y los despreciados que han decidido escribir ya por sí mismos, para siempre, su historia. Ya se han puesto en camino, ya los vemos cómo van avanzando, día tras día, realizando una marcha interminable, una marcha de cientos de kilómetros que los lleva al olimpo del gobierno para obtener con ello sus derechos. ¡Ahí los vemos ahora! Van armados de piedras y de palos, de machetes, y avanzan día a día, surgen de todas partes para ocupar las tierras, adherirse a las tierras que son suyas, a esas tierras que les pertenecen y defienden al precio de sus vidas; ahí los vemos alzando sus pancartas, levantando banderas y consignas para hacerlas que floten en el viento. Esa ola de rabia y de coraje, de justicia exigida y de derechos que le han sido negados y robados, que hoy comienza por fin a levantarse en las tierras de América Latina, esa ola ya no se detendrá. […]. Porque toda esa masa, porque toda esa enorme humanidad que de pronto ha gritado “¡basta ya!” ha iniciado una marcha de gigante
�??Discurso en las Naciones Unidas�?�, diciembre de 1964
A veces la creación de una leyenda sólo es una mera proyección de sentimientos elementales de justicia o venganza difundidos en el ambiente popular, antes que real confirmación de la condición ‘social’ de algún bandido
Ribelli e riformatori dal XVI al XVIII secolo
La historia de las revoluciones aún se encuentra muy lejos de cerrarse, porque nunca podrá impedirse a nadie llorar a un muerto o exigir justicia… Las imágenes saben vehicular la pervivencia de todos esos gestos
Peuples en larmes, peuples en armes
El revolucionario es enemigo irreconciliable de toda mentira. […] Dice la verdad para que instruya, no para que ofenda ni que ultraje. […] El revolucionario es inflexible
¡A las armas! ¡La patria está en peligro! […] Ciudadanas de París, descendientes de las mujeres de la gran Revolución que, en nombre del pueblo y la justicia, marcharon sobre Versalles y trajeron cautivo a Luis XVI, nosotras, madres, mujeres y hermanas del pueblo francés, ¿continuaremos soportando que la ignorancia y la miseria hagan a nuestros hijos enemigos? ¿Que se mate el padre contra el hijo y los hermanos se maten entre sí por capricho de nuestros opresores que buscan la destrucción de la ciudad tras haberla entregado al extranjero? ¡Ciudadanas, llegó la hora decisiva! ¡Queremos ser libres! ¡Hay que acabar con el viejo mundo!
Appel aux citoyennes de Paris firmado por �??Un grupo de ciudadanas�??, en el Diario Oficial de la República Francesa bajo la Comuna, 11 de abril de 1871
Del comportamiento actual de la mujer, de su debilidad por un placer que sustituye en ella la ambición y las pasiones que abren y engrandecen noblemente el espíritu, puede deducirse con justicia que la educación que hasta ahora ha recibido, en concordancia con la constitución de lo que es la sociedad civil, solamente ha buscado convertirla en insignificante objeto de deseo y procreadora de bufones
La verdad, que pretenden mantener enterrada y oculta, bajo tierra se viene condensando, y así cobra tal fuerza de explosión que, el día que estalla, hace saltar por fin todo con ella.
Yo acuso.
Sí, acuso y no ignoro que con ello me expongo a un proceso por delito de difamación. Pero a ello me expongo de buen grado.
El acto que realizo de este modo no es sino un medio revolucionario de acelerar y provocar la explosión de la verdad y la justicia.
Yo acuso y espero.
La verdad está en marcha y nada la detendrá
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