Revolución
Lejos de estar ya finalizada, la Revolución invita una vez más a los revolucionarios a “ser ese torrente desbordado que, lanzado adelante de montaña en montaña, vuelca y quiebra, arrastra, precipita”
Así la lava de la Revolución viene fluyendo majestuosamente […]. ¿Quién podría desviar su curso?
Correspondencia parisina, 24-10-1793
¿Dónde van? A donde va el río, […] cuyo curso está lleno de meandros. Pero el cielo se pone algo brumoso y, lo que parece un poco de humo, desprendiéndose desde el horizonte de repente forma un nubarrón; […] Poco después ya no es una nube, sino un torbellino, veinte trombas que se revuelven con el huracán. […] Cían ahora hacia atrás, dándole al remo; quieren remontar, pero ya es tarde. Ya no hay quien remonte la corriente. Y entonces comprenden simplemente que el río está vivo. Es lo que llaman la Revolución
Océano
La revuelta planeaba sobre el aire. El individuo se disolvía entre la masa, y la masa a su vez se confundía en el seno de un común impulso. Como una ola que arrastra la tormenta, como una fuerza gigantesca […], en mitad de aquel caos despertó la necesidad de un orden nuevo cuyos elementos ya cristalizaban. […] Como la agitación de las fuerzas elementales precedía a la labor de la conciencia […], la necesidad de actuar dejaba atrás todo el trabajo organizativo. Tal la debilidad de la revolución, pero es ahí donde se da su fuerza
Cuando habla, la Revolución puede equivocarse, mas no miente
[�??A la juventud de América Latina�?�, 28 de julio de 1960
El elemento estratégico de la revolución es el conquistar el porvenir
"La estrategia y la táctica de la revolución latinoamericana", octubre de 1962
“En una revolución (si es verdadera) o se vence o se muere”. “Por la presente renuncio formalmente a todos mis cargos en la dirección del partido, así como a mi puesto de ministro, a mi grado de comandante y a mi condición de cubano. Ya nada legal me liga a Cuba, sino sólo otros lazos que nunca podrán ser destruidos como los papeles oficiales. […] Dejo un pueblo que me acogió como a su hijo, y que seguirá constituyendo una buena parte de mi espíritu. Llevaré a los nuevos campos de batalla […] el espíritu revolucionario de mi pueblo junto al sentimiento de cumplir el más sagrado de todos los deberes: luchar contra el imperialismo en todas partes. Eso me reconforta y dulcifica cien veces cualquier tipo de desgarro”.
Carta de despedida a Fidel Castro, 1965
Los mismos que, desde hace cuatro años, conspiran bajo el velo del patriotismo, hoy, que los amenaza la justicia, van repitiendo la frase de Vergniaud: ‘La revolución es como Saturno; devorará a todos sus hijos’. Lo repitió, en su proceso, Hébert, como la recitan y repiten los que tiemblan al ser desenmascarados. La Revolución no devorará a sus hijos, sino tan sólo a sus enemigos, sea cual fuere la máscara bajo la que busquen ocultarse. […] La Revolución devorará hasta el último amigo y partidario de la tiranía. No perecerá patriota alguno. […] Los que nos reprochan por severos, ¿preferirían que fuéramos injustos? […] ¡Odiad a los enemigos de la República y estad en paz con vosotros mismos!
Informe sobre la conjura, 31-3-1794
En el pensamiento como en la acción revolucionaria vive la idea de purga. Suprimir los escudos, quemar los papeles y borrar los nombres, desmitrar y descoronar: realizar una empresa de sustracción y purificación [...]. Desbrozar así para que brille, en toda su belleza matinal, el culto al tiempo revolucionario
La Fête révolutionnaire
La fiesta revolucionaria, que pretende ser instituyente de una sociedad por fin eterna, realiza un inmenso esfuerzo para conjurar la decadencia [...], regularizar el tiempo de la Revolución, ocultar sus saltos y accidentes
La Fête révolutionnaire
Hacer sensible la discontinuidad que la Revolución ha introducido en el curso del tiempo significa marcar un comienzo absoluto [...], encontrar un medio, contra el tiempo, de eternizar la Revolución
La Fête révolutionnaire
Lo sacral revolucionario es en sí un sacral del nacimiento: [...] es mostrar a los hombres la trascendencia del género humano, instituir a la humanidad en aquello que es su humanidad
La Fête révolutionnaire
Reconciliar lo racional y lo sensible, lo salvaje y lo civilizado, como el tiempo con la eternidad. Esa es como tal la pretensión de la fiesta revolucionaria
La Fête révolutionnaire
La alegoría es la lengua de la Revolución
informe al Consejo general del Sena, París, 1801
El juramento de la fiesta revolucionaria es el teatro sagrado del contrato social. […] La Libertad, la Victoria, la Razón, la República: tales son las figuras tutelares
La Fête révolutionnaire
Para que una revolución pueda ser tal, ¿qué es lo que resulta imprescindible? Un pueblo que arranca con buen paso, una puesta en camino irreflexiva y que no había sido preparada, una esperanza nueva, un movimiento que va en dirección a una promesa: es la primera imagen de la fiesta
La Fête révolutionnaire
La fiesta, como la Revolución, no imita sino que improvisa. […] La fiesta, como la Revolución, vive a partir del poder que une
Histoire de la Révolution française
Como el del Imperio es la columna y el Louvre es el de la Monarquía, el monumento de la Revolución es el Campo de Marte […], es un vacío
Histoire de la Révolution française
Este siglo, en que se va a exaltar la idea de la libertad, debía comenzar por tomar conciencia del horror de los calabozos de una forma que raya en la obsesión; ya se trate de los torreones del marqués de Sade –donde impera el capricho sanguinario de una secta secreta–, de relatos auténticos o ficticios o de las propias obras de teatro en que se denuncia lo arbitrario de la inquisición y el absolutismo, el tema carcelario reaparece como escenografía o desgracia vivida. Si el primer acto de la Revolución francesa –la toma de la Bastilla– es la destrucción de una prisión, el hecho corresponde claramente a una imagen grabada como a fuego sobre la conciencia colectiva
La invención de la libertad
A finales del siglo XVIII, las afirmaciones de una voluntad innovadora se disimulan bajo las apariencias del antiguo orden [...]; es el momento en que la ideología revolucionaria aún recurre a las formas anticuadas de la tragedia clásica, y en que la retórica de los jacobinos se envuelve con las fórmulas de Plutarco y de Tácito [...]. En vez de producir una realidad enteramente nueva, se tomó por modelo un teatro de sombras
La invención de la libertad
La gran Revolución francesa comenzó con la triunfal proclamación de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano; pero ese derecho, –proclamado para toda la humanidad– no era realmente sino sólo un derecho de clase para aquello que era el ciudadano como código de la burguesía (a saber, el Código Civil). Ese Código de Napoleón, formulación en abreviatura de la naturaleza, real e histórica, de la gran Revolución francesa, revolución burguesa como tal. Proclamado derecho natural como el del ciudadano –el propietario–, como derecho innato estrictamente”. “La burguesía se representa la revolución burguesa, más o menos, como ‘un señor de traje oscuro’ que, bajo el nombre de ‘revolución’, realiza un ‘milagro’ al poner en práctica los principios del derecho natural y al derribar, al mismo tiempo, a los odiados señores feudales, instaurando así la libertad y la garantía de la libertad de la propiedad privada. Si además se producen algunas tensiones, es decir, los calificados como “males de la revolución”, “el terror” y las ejecuciones –unas que ni siquiera se detienen ante la sagrada persona del rey–, constituyen casos desgraciados que habrá que olvidar a toda prisa o, incluso, negarlos, borrarlos del todo de los libros de historia–
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
En su lucha con los teatros populares, la Comédie Française obtuvo del gobierno que se impusiera en los restantes escenarios la absurda obligación de separar con un velo de tul a los actores de los espectadores. El 14 de julio de 1789, la noticia de la toma de la Bastilla le llegó a Plancher-Valcour, director de un teatrito parisino, en plena función, quien, en un patético arrebato, desgarrando el velo con sus manos, gritó: “¡Viva la libertad!” El 13 de enero de 1791 el gobierno revolucionario decretó la libertad de los teatros
La Comédie Italienne en France et le Théâtre de la Foire et du Boulevard, 1570-1791, París, 1902
No se trata de hacer ningún proceso, dado que ni Luis es acusado ni vosotros tampoco sois jueces, sino hombres políticos, representantes, sí, de la nación. No debéis pronunciar una sentencia a favor o en contra de hombre alguno, sino adoptar una medida necesaria a la salud pública, ejecutando un acto de entera providencia nacional […]. No, Luis no puede ser juzgado; está ya condenado o, de otro modo, no estaría fundada la república. Realizar el proceso de Luis significa volver al despotismo, sea monárquico o constitucional; es una idea contrarevolucionaria, dado que cuestiona y pone en duda la revolución en cuanto tal […]. Pues los pueblos no juzgan a la manera de los tribunales, no promulgan sentencias; realmente fulminan, no condenan al rey, a saber, lo hunden en la nada, y esta justicia es superior a la del tribunal
Discurso a la Convención
Oíd, ¿a qué llamáis revolución? ¿A lo que es, meramente, la caída del trono? ¿A los frenos frente a los abusos? El orden moral es como el físico: los abusos se esfuman de repente, como la humedad de la tierra se evapora; los abusos renacen de improviso, como la humedad cae de las nubes…
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
La revolución empieza donde el tirano acaba
Discursos a la Convención sobre el juicio al rey, 13-11-1792 y 27-12-1793
La miseria hizo nacer la revolución; la miseria puede destruirla
Discurso a la Convención sobre el abastecimiento, 29-11-1792
Las revoluciones verdaderas no se hacen a medias. Ya que parecéis predestinados a hacer cambiar de rostro los gobiernos de Europa, no descanséis hasta que sea libre. Su libertad es garante de la vuestra
Discurso a la Convención sobre el ejército, 12-2-1793
La revolución había creado todo un patriarcado de famosos. […] no se atendía a lo que estaba bien, sino a quién lo había dicho o lo había hecho
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
La línea que siguen las revoluciones es la de un avance horizontal, mas las desgracias y excesos que comportan la dirigen al punto de partida
Discurso sobre los girondinos detenidos, 8-7-1793
Las leyes son revolucionarias, pero no los que las ejecutan. […] Resultará imposible ejecutar nuestras leyes revolucionarias si el gobierno no se constituye de manera revolucionaria
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
En cuanto el pueblo manifiesta su libertad cuanto se le oponga queda fuera, cuanto queda fuera es enemigo. [….] Entre el pueblo y sus enemigos nada hay en común sino la espada
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
Hay que gobernar mediante el hierro al que no se puede gobernar aplicándole sólo la justicia. […] Que el pueblo reine sobre sus opresores. […] Es preciso oprimir a los tiranos
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
La espada debe estar sobre el abuso. Que todo sea libre en la república excepto aquellos que gobiernan mal y los que conjuran contra ella
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
Ciertamente, el pueblo se equivoca, mas se equivoca menos que los hombres
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
El pan que dan los ricos es amargo; compromete nuestra libertad. El pan pertenece al pueblo por derecho en un Estado reglamentado con prudencia
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
En un tiempo de innovaciones, todo cuanto no es nuevo es pernicioso
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
Los que hacen revoluciones en el mundo no deben dormir sino en la tumba
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
También la libertad tiene su infancia
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
El gobierno provisional, hasta la paz, será el gobierno revolucionario
Informe sobre la necesidad de declarar el Gobierno Revolucionario hasta la paz, 10-10-1793
El gobierno revolucionario estableció la dictadura de la justicia
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
Las revoluciones marchan siempre desde el crimen hacia la virtud, de la debilidad hacia la audacia. […] Quien hace a medias la revolución no hace más que cavar su propia tumba […]. ¡Sólo con la espada se podrá crear por fin la libertad del pueblo! […] ¡Que la nación se levante en armas! […] ¡Atreveos! Toda la política de la que brota la revolución vive al interior de esa palabra
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
El pobre es quien empuja la carreta y defiende la revolución. La opulencia, en cambio, está en las manos de los que pretenden destruirla. […] La mayor parte de nuestros empleos son acaparados por bribones que se enriquecieron justamente con el pretexto de la libertad; son contables que hacen guerra permanente a la justicia […]. La necesidad sujeta al pueblo, a los trabajadores, entre manos de aquellos que son sus enemigos
Informe sobre los encarcelados, 26-2-1794
La revolución ha de hacerse en favor de los que la nutren y sostienen, sobre la ruina de quienes la combaten
Informe en relación con el decreto contra los enemigos de la revolución, 3-3-1794
Remediad a los desgraciados con los bienes de los enemigos e impugnadores de la revolución
Informe en relación con el decreto contra los enemigos de la revolución, 3-3-1794
Si les quitáis las tierras que poseen a los canallas y los desalmados y se las dais a los desgraciados sí que habréis hecho una Revolución. Pero si sucediera lo contrario, si otros grandes hubieran ocupado el lugar de los anteriores […], la Revolución no habrá existido; no se podrá esperar ya la virtud ni la felicidad en esta tierra
Informe sobre las facciones en el extranjero, 13-3-1794
La revolución es una hazaña, es como tal una empresa heroica cuyos autores marchan entre el peligro y la inmortalidad […], mas la Revolución no pertenece a la fama que tengan unos pocos. La Revolución está en el pueblo
Informe sobre la conjura, 31-3-1794
Los proyectos trazados por Ledoux ocupan un lugar característico en la ensoñación arquitectónica producida por la revolución [...]. El cubo del proyecto del “Pacífero” le parece legitimado como símbolo de la Justicia y de la Permanencia, y eso por cuanto la totalidad de las formas elementales geométricas eran signos cargados, según él, cada uno con sus propias referencias a una evidencia interna perceptible. La Ville naissante [la Ciudad naciente], ciudad donde una vida elevada y auténtica [...] debía encontrar su lugar, va rodeada por el puro contorno de la elipse [...]. Sobre el nuevo edificio del Derecho –que bautiza Pacífero– nos dice dentro del texto de su Architecture: “La construcción que ideó mi fantasía ha de ser en efecto tan sencilla como el Derecho que allí ha de dictarse.”
Von Ledoux bis Le Corbusier. Ursprung und Entwicklung der autonomen Architektur
Ante el total derrumbe al que asistimos de las tradicionales diferencias en cuestiones de rango en el terreno de la arquitectura, todas las tareas constructivas habrían de tener igual valor [...]. El viejo eclecticismo de los temas, que se ocupaba casi en exclusiva de castillos, iglesias y mansiones y, a veces, construcciones defensivas [...], queda reprimido y desplazado por el nuevo universalismo arquitectónico. Ese proceso revolucionario que constituye el aburguesamiento en la construcción de las viviendas corre en cierto modo en paralelo al abandono de la articulación propiamente barroca como forma de arte [...]. Un más amplio complejo, concebido en calidad de colonia o asentamiento en el exterior de las ciudades, consiste en cierto número de viviendas de entre dos y cuatro habitaciones levantadas en torno a un patio cuadrado, cada una de ellas con su guardarropa, mientras que la cocina, las despensas y los otros espacios de trabajo se disponen en una construcción situada en el centro de ese patio. Se muestra así quizá por vez primera el tipo de vivienda que actualmente se viene proponiendo en nuestro entorno como casa con cocina comunal
Von Ledoux bis Le Corbusier. Ursprung und Entwicklung der autonomen Architektur
Propuesta de dar nombres a las calles en el período revolucionario: «Alguien [...] quiso ponerles a las calles y a los callejones parisinos denominaciones de virtudes y de sentimientos generosos, sin caer en la cuenta de que aquella nomenclatura moralista era demasiado limitada para las muchas calles existentes [...]. Por lo demás se advierte en el proyecto la existencia de cierta ordenación para la atribución de dichos nombres; la calle de la Justicia por ejemplo, o la calle de la Humanidad, debían conducir hacia la calle de la Felicidad directamente [...], mientras la calle de la Probidad [...] debía atravesar París entero hasta alcanzar a los mejores barrios»
Paris a la fin du dix-huitième siècle
Revolución de julio: “Muchos cayeron menos por acción de las balas [...] que por el efecto de otras armas. En efecto, habían arrastrado y llevado a los pisos superiores esos adoquines de granito que pavimentan toda la ciudad, y desde allí se los arrojaban sobre la cabeza a los soldados”
Briefe aus Paris und Frankreich im Jahre 1830
La razón estratégica del aligeramiento perspectivo de la ciudad: una explicación contemporánea de la apertura de grandes avenidas bajo el imperio de Napoleón III habla de que estas calles no se prestan «a la táctica habitual que se practica en las insurrecciones locales». Marcel Poëte, Une vie de cité, París, 1925, p. 469. «Perforar este barrio, que siempre se une a los levantamientos», dice el barón Haussmann en un informe donde propone la prolongación del bulevar Strassbourg hasta Châtelet. Émile de Labédolière, Le nouveau Paris, cit. en la p. 52. Pero ya anteriormente: «Pavimentan París hoy con madera para quitarle a la revolución el material de sus construcciones. Con bloques de madera no es posible levantar barricadas». Karl Gutzkow, W, I, pp. 60-61. La relevancia de esas precauciones se comprende cuando se comprueba que en el año 1830 hubo barricadas, más o menos
Obra de los pasajes
Nuevas arterias [...] comunicarían el corazón central de la ciudad con las diferentes estaciones, con el objeto de descongestionarlas. Otras serían parte en el combate con la revolución y la miseria; serían así vías estratégicas, perforando los focos de epidemia como los núcleos de la sublevación, facilitando al tiempo, con la entrada de un aire puro y vivificante, el mejor acceso del ejército, comunicando, como la calle Turbigo, las sedes del gobierno y los cuarteles, o, como el bulevar Príncipe-Eugenio, los cuarteles y los arrabales
Le baron Haussmann, París, 1932
El 18 de marzo quizá debimos golpear mejor. La cuestión fue: elecciones o marchar sobre Versalles. La respuesta debió ser: ambas cosas. […] No esperen más de la Comuna que lo que esperen de sí mismos. Publiquemos todos los discursos, comuniquemos nuestra insuficiencia, demos publicidad a cuanto hagamos, porque nada tenemos que temer si no es a nosotros ; La liberación de la Comuna de París es la de todas las de la República. […] La república de la gran revolución del 92 era un soldado, pero la república de la Comuna ha de ser un trabajador; “El Estado es el pueblo que se rige a sí mismo”. “La estatura de un pueblo corresponde a la del último de sus ciudadanos”. “Considerando que la meta de la vida reside en el completo desarrollo de nuestro ser físico, espiritual y moral, la propiedad no ha de ser sino el derecho a que cada uno participe, en la medida de su colaboración, en el producto común y colectivo del trabajo de todos. En talleres y fábricas, se organizará el trabajo colectivo”. [Estos últimos textos de Beslay, entrecomillados, corresponden a su proclama de apertura de la sesión inaugural de la Comuna, el 29 de marzo de 1871]
Los días de la Comuna
París en armas era la revolución en armas. Dado que el triunfo de París sobre las fuerzas del agresor prusiano hubiera sido el triunfo del obrero sobre el capitalista –ambos franceses–, […] en el conflicto abierto entre sus deberes nacionales y sus intereses como clase el gobierno de la defensa nacional no dudó un instante en convertirse en gobierno de la traición nacional
La guerra civil en Francia
En la época de las “guerras campesinas”, sólo sobre los cadáveres de los campesinos rebeldes –tildados de ladrones y bandidos– logró consolidarse finalmente un derecho romano en versión feudal o un derecho feudal en expresión romana como derecho feudal de propiedad
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
El señor feudal era juez y juzgaba en beneficio propio, convirtiendo también el tribunal en fuente de ingresos personales
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
La guerra finalizó en todas partes (salvo en el caso de Suecia) con la victoria total de los señores, siendo de una brutal ferocidad. Se calcula que, en el caso de Alemania, el número de campesinos ejecutados en un solo año, tras la derrota de la insurrección, se elevó a cien mil personas, sin hablar de los centenares de aldeas que fueron incendiadas. Las crónicas contienen páginas horribles sobre masacres de campesinos indefensos, por no citar las sentencias de condena a numerosos años de trabajos forzados
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
El derecho feudal se caracteriza por la forma particularmente clara que asume en su seno la relación de dominio-servidumbre
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Los milagros de la autoconstrucción de la sociedad capitalista han ido cegando a millones de hombres, impidiéndoles ver los torrentes de sangre y los horrores que la acompañaron
La función revolucionaria del derecho y el estado
Proclamado [el derecho Civil] derecho natural como el del ciudadano –el propietario–, como derecho innato estrictamente
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Desde cientos de años antes de la gran revolución francesa se había ido elaborando, bajo la denominación de ‘derecho natural’, la consciencia jurídica de la burguesía en ascenso, una que finalmente, con la Declaración de los derechos del hombre y, posteriormente, el Código civil, se convirtió en derecho positivo
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
El Código civil no ha creado la sociedad burguesa contemporánea. La sociedad burguesa, al contrario, encuentra expresión jurídica en ese código. Tan pronto como deje de corresponder a las relaciones sociales imperantes, se transformará, pura y simplemente, en un mero pedazo de papel
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Sólo consideramos esencial y efectivamente derecho el llamado derecho civil o económico. Tras la primacía de dicho derecho, en el derecho constitucional se incluye el ordenamiento del Estado, es decir, el derecho público correspondiente a la economía. Viene a continuación el derecho penal, instrumento auxiliar para la conservación del orden político y social establecido, y las instituciones y las normas que con él están relacionadas
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
La ley no incluye en sí todo el derecho, y no se identifica meramente con él […]. En efecto, no todos los derechos se hallan formulados en las leyes vigentes, y sin duda no todas las leyes ‘vigentes’ se encuentran dotadas de vigencia
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
En octubre de 1918, apenas un año después de la llegada de los bolcheviques al poder, el Comité Ejecutivo Central del Soviet, máximo órgano legislativo, ratificó un completo Código sobre Matrimonio, Tutela y Familia. El Código reflejaba legalmente una visión revolucionaria de las relaciones sociales basadas en la igualdad de las mujeres y la ‘evaporación’ de la familia. Según Alexander Goikhbarg, joven […] autor del nuevo Código de Familia, éste preparaba el camino para un tiempo en que ‘los grilletes de marido y mujer’ iban a quedarse ‘obsoletos’. En consecuencia, el Código se redactó con su propia obsolescencia en mente. Goikhbarg escribió: ‘El poder proletario construye sus códigos y sus leyes dialécticamente, con lo que cada día de existencia va minando su necesidad’. En resumen, el objetivo del derecho era ‘hacer que la ley fuera superflua’
Women, the State and Revolution: Soviet Family Policy and Social Life, 1917-1936
El derecho es un sistema (u ordenamiento) de relaciones sociales correspondiente a los intereses de la clase dominante y tutelado por la fuerza organizada de esa clase
Primer esbozo de codificación penal soviético, en P. I. Stucka, La función revolucionaria del Derecho y el Estado
La tarea que me fue encomendada: poner fin al viejo ordenamiento judicial y abolir el derecho [...]. No limitarse a ‘cambiar el nombre de las calles’ y ‘poner los letreros del revés’, sino trabajar en una demolición y reorganización radicales” […]. En la ciencia, tal como en la vida, aún está muy de moda limitarse a cambiar el nombre de las calles en vez de rehacer el empedrado, o pintar de rojo las viejas paredes que se derrumban, en vez de rehacerlas
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Tal como no es posible construir una casa nueva en un solar en el que se hallan unas ruinas inutilizables hasta que los escombros hayan sido convertidos en cal y hayan sido apartados del lugar, en vano se intentará construir una nueva teoría sin haber destruido antes la vieja, porque entonces dicha teoría como tal será una construcción hecha en paralelo a la anterior, o quizá será una construcción meramente superflua, o se habrá reducido a presentar una fachada nueva para un edificio arruinado
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Dar la batalla por una concepción –una nueva, clasista– del derecho”. “Proclamar una auténtica guerra civil en lo que es el frente del derecho
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Hay que superar el prejuicio del carácter conservador de toda ley […], y además hay que hacer que toda ley vaya en todo caso por delante
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
La legalidad revolucionaria no es un freno a la revolución en su conjunto […], continúa la revolución. La alternativa hoy no se corresponde a la consigna de “revolución o legalidad revolucionaria”. La consigna actual es esta otra: “revolución y legalidad revolucionaria”
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
No hemos sido nosotros los primeros en pasar a quemar las viejas leyes. También la gran revolución francesa, y hasta la expresión ‘quemar las leyes’ pertenece a Voltaire. La revolución francesa sustituyó las malas leyes por las leyes ‘mejores’ del nuevo gobierno, procediendo después a instituir lo que era su ‘Nuevo Testamento’, el del Código de Napoleón. Así quedaron declaradas nulas “todas las leyes, ordenanzas, costumbres e interpretaciones” propias de los regímenes anteriores, y se añadió el explícito mandato de “decidir todas las causas con arreglo a este Código”. ¿No era esto una modificación del primer mandamiento de Moisés: “No tendrás otro Dios que yo”?
La función revolucionaria del Derecho y el Estado
Los Tribunales locales (populares) deciden las causas en nombre de la República rusa, y en sus decisiones y sentencias siguen las leyes de los gobiernos derribados exclusivamente en la medida en que éstas no han sido abrogadas por la revolución y que además no se contraponen a la consciencia revolucionaria. Nota: se consideran abrogadas todas las leyes que se contraponen a los decretos del Comité ejecutivo central del Soviet de diputados obreros, soldados y campesinos y del gobierno obrero y campesino, así como a los programas mínimos del Partido obrero socialdemócrata ruso y del Partido socialista revolucionario
Las algas se prendían de su cuerpo,
lentamente se hizo más pesada.
Fríos peces nadaban por sus piernas,
animales y plantas que su último viaje iban aun dificultando.
[…]
Corrompido en el agua ya su pálido cuerpo,
Dios la fue olvidando muy despacio,
primero su rostro, luego las manos y, por fin, su pelo.
Era ya una carroña, entre tantas carroñas de los ríos
«De la muchacha ahogada», [Poema homenaje a la dirigente revolucionaria asesinada Rosa Luxemburg]
El elemento estratégico de la revolución es el conquistar el porvenir. Su contrapartida, en nuestro mundo, para las fuerzas de la reacción es inmovilizar nuestro presente
�??La estrategia y la táctica de la revolución latinoamericana, octubre de 1962
Las revoluciones no se exportan, estamos firmemente convencidos. Nacen en el seno de los pueblos. Son engendradas por la explotación que los gobiernos ejercen sobre el pueblo. Sólo entonces se puede dar apoyo a un movimiento de liberación
�??Discurso en las Naciones Unidas�?�, diciembre de 1964
Algo que no entiende fácilmente el que no ha vivido la experiencia que constituye la Revolución es la estrecha dialéctica que existe entre individuo y masa, como la forma de interacción entre la masa y sus dirigentes
�??El socialismo y el hombre en Cuba�?�, carta abierta al director de Marcha, semanario de Montevideo, marzo de 1965
Por mantenerse en forma y mantener su capacidad revolucionaria, el pueblo emplea ciertos episodios de la vida de la colectividad. Por ejemplo, el bandido que consigue aguantar por varios días el acoso feroz de los gendarmes […], o el que, en combate singular, sucumbe después de haber tumbado a unos cuatro o cinco policías, o el que se suicida por no dar, torturado, los nombres de sus cómplices, constituyen faros para el pueblo, esquemas de acción, héroes reales. Y no sirve de nada decir que ese héroe era un ladrón, un crápula o un tipo depravado. Si la acción por la que ese hombre es perseguido por las fuerzas de los colonialistas estuvo estrictamente dirigida contra un hombre o un bien colonial, la demarcación es absoluta. El proceso de identificación es automático
Les Damnés de la terre
El campesinado es dejado sistemáticamente de lado de forma sistemática por […] casi todos los partidos nacionalistas, cuando sin embargo está bien claro que, en los países coloniales, sólo el campesinado es revolucionario
Les Damnés de la terre
Es en el pueblo de los bidonvilles, en el seno del lumpen-proletariado, donde va a encontrar la insurrección su punta de lanza en las ciudades. El lumpen-proletariado es una de las fuerzas más radical y espontáneamente revolucionarias en un pueblo que esté colonizado
Les Damnés de la terre
La argelina comprometida con la lucha tuvo que aprender al mismo tiempo, y de forma instintiva, su papel de ‘mujer sola en la calle’ y su misión en la revolución […]. Decidir la incorporación de la mujer como elemento capital, y hacer depender la revolución de su presencia, fue una actitud revolucionaria
L???An V de la révolution algeriénne
Es rigurosamente cierto que se efectúa la descolonización, pero es falso creer y pretender que ese proceso es fruto de una dialéctica objetiva. […] La situación en África es producto de la acción revolucionaria, sea ésta política o armada –o de ambas de modo simultáneo–, que hoy impulsan las masas africanas
�??Unité et solidarité effective sont les conditions de la libération africaine�?�
La revolución […] puede y debe tener como último resultado el bienestar, la felicidad, y la suficiencia de las necesidades de todos
Manifeste des plébeiens
A finales del siglo XVI […] sobre todo se trata de fermentos e impulsos revolucionarios que surgen de matrices diferentes, y que ningún programa logra realmente unificar. Aun cuando el bandolerismo pueda conservar en cierta forma la impronta de un origen parcialmente revolucionario, no posee ni puede establecer consolidación ideológica ni salida política concreta. Acarrea la huella de su origen, pero no expresa o desarrolla los fermentos de la rebelión. Al contrario, es señal de su fracaso, pues es la salida negativa del intento real de rebelarse
Ribelli e riformatori dal XVI al XVIII secolo
Uno de los motivos que aparecen con mayor insistencia en los movimientos revolucionarios europeos a lo largo del siglo XVII, aunque sea a través de remitirse a las tradiciones e instituciones del pasado, es la petición de paridad de representantes del pueblo y la nobleza a nivel nacional y ciudadano. Un motivo que tiene como origen un análisis crítico de las jerarquías existentes. Una revisión de las funciones de los estratos sociales y la relación de gobierno y sociedad cuya elaboración conceptual hunde firmemente sus raíces en la revolución dada en la ciencia y el debate teórico-político que acompaña las luchas religiosas a mediados del siglo XVI
Ribelli e riformatori dal XVI al XVIII secolo
La concepción de un futuro y nuevo orden como objeto y justificación de la revolución se halla igualmente en las formas del milenarismo religioso como en las formas secularizadas correspondientes al racionalismo y a las doctrinas de los derechos naturales
�??Prolegomena to the comparative history of revolution in early modern Europe�?�
Revolución, en sentido pleno, no se hizo posible antes del final del XVIII, es decir, antes que la gente no mirara al futuro antes que al pasado para radicar sus esperanzas, antes a la tierra que no al cielo, a constituciones escritas y no a eternas y divinas leyes naturales
�??The preconditions of revolution in early modern Europe: did really exist?�?�
Los hombres hacen lo que es su propia historia, pero no a su completa voluntad, en circunstancias elegidas libremente; bien al contrario, éstas se las encuentran hechas, terminadas, dadas como herencia del pasado. La tradición de las generaciones muertas carga como una pesadilla sobre el cerebro de los vivos. Y cuando parecen ocupados en transformarse y cambiar la realidad creando algo totalmente nuevo, a saber, justamente en el momento de una crisis revolucionaria, comienzan a evocar ansiosamente y a llamar al rescate a los manes de sus antepasados, para ir tomando entonces de ellos nombres, atavíos y consignas, representando la nueva pieza histórica con lenguaje prestado y venerablemente travestidos. Así cubrió Lutero sus facciones con la máscara del apóstol Pablo, mientras la Revolución de 1789-1814 se disfrazó de modo alternativo como República romana y como Imperio, y la revolución del 1848 no supo encontrar nada mejor que parodiar en unas ocasiones el 1789, y en otras en cambio la tradición revolucionaria del 1793-1795
El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte
La revolución social […] no ha de extraer ya su poesía del pasado, sino del futuro solamente
El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte
Escribí este libro en los meses de agosto y septiembre de 1917. Pero la redacción de la segunda parte habrá que aplazarla quizá por mucho tiempo; es más agradable y provechoso vivir la experiencia de la revolución que escribir sobre ella
Palabras finales de la primera edición de El estado y la revolución, Petrogrado, 30 de noviembre de 1917
Un estado de espíritu revolucionario se encuadra siempre largo tiempo en el medio que hace finalmente estallar
Lejos de estar ya finalizada, la Revolución invita una vez más a los revolucionarios a “ser ese torrente desbordado que, lanzado adelante de montaña en montaña, vuelca y quiebra, arrastra, precipita”
Salto fuera de sí, hacia lo opuesto, uno que se presenta exactamente de la misma manera en el aspecto de los fenómenos sociales, dentro del camino evolutivo, de la marcha dialéctica que conduce a la revolución, como en los movimientos colectivos y en la explosión revolucionaria
�??Lo orgánico y lo patético�?�
La idea de una evolución mediante el derecho y por tanto de una evolución exclusivamente pacífica en dirección a la nueva sociedad […] se ha convertido en todo el mundo en leitmotiv de los oportunistas
La función revolucionaria del derecho y el estado
La humanidad toma venganza de modo cruel de sus opresores, las revoluciones devienen necesarias. Un terrible drama de esa clase nos fue dado a ver en nuestros días, pero nadie se aplica la lección
Zurückforderung der Denkfreiheit
Cuando triunfa la revolución puede ahorcarse a sus enemigos, pero no se debe pronunciar contra ellos sentencia judicial. En efecto, se puede destruir a los enemigos vencidos, pero no es necesario condenarlos como criminales. Tras una revolución, o tras una contrarrevolución, no hay que aplicar las leyes destruidas contra los defensores de esas leyes. Eso es la vil hipocresía de lo que llaman la legalidad
El capital
La revolución es una guerra, una guerra civil. Única guerra justa, necesaria, legítima, la única gran guerra de las conocidas por la historia. No sostenida por el interés de un puñado de explotadores y caudillos, tal como lo son las otras guerras, sino del de las masas populares, dirigida contra los tiranos
La lucha contra y la lucha por constituyen dos tareas propias para toda real revolución: tareas destructora y constructora
La función revolucionaria del derecho y el estado
La masa penetrada de inteligencia puede revolucionarse por sí misma […] desplegando su espontaneidad, analizando […] su origen y destino. […] La revolución a iniciativa de las masas la crea la concertación de ciudadanos, la experiencia de los trabajadores, el progreso impulsado por las Luces, revolución por la libertad
Confessions d???un révolutionnaire
La revolución: una explosión, una fuerza […] que surge no de la cabeza del poder sino de las entrañas de los pueblos
Confessions d???un révolutionnaire
El poder es en sí cosa mecánica, la revolución es creación
Confessions d???un révolutionnaire
La explosión de las revoluciones casi siempre ha tomado por sorpresa a los grupos y partidos revolucionarios, como también a todos los restantes; no hay una realmente que pueda imputarse a las actividades de esos grupos […]. Es así como Lenin, en el 1905, pudo exaltar la ‘creatividad revolucionaria del pueblo’ con casi total sinceridad
De la Revolución
No hay instante que no lleve consigo su ocasión revolucionaria
Gesammelte Schriften, I-3
Por debajo de las clases populares y conservadoras se encuentra el substrato de los parias y outsiders, de las otras razas y los otros colores, las clases explotadas y perseguidas, los que están en el paro y los no susceptibles de emplearse. Situados pues al exterior del proceso democrático, […] su oposición es revolucionaria, aunque su conciencia no lo sea. Su oposición golpea el sistema desde fuera, por lo cual el sistema no puede integrarlos; constituye una fuerza elemental que viola realmente las reglas de juego, mostrando, al hacerlo, que es juego trucado. Cuando avanzan reunidos por las calles, carentes de armas y de protección, para reclamar de esa manera lo que son los más básicos derechos civiles, saben que se exponen a los perros, a las piedras, las bombas, las prisiones, los campos de internamiento e incluso la muerte
Eros y civilización
Poco importa sin duda si la revolución de un pueblo animoso que hemos visto darse en nuestros días triunfa o fracasa, tal como importa poco si acumula atrocidad y miserias –hasta el punto de que un hombre sensato, que la corregiría en la esperanza de llevarla en la buena dirección, nunca en cambio estaría decidido a intentar la experiencia a dicho precio–; esa revolución, tal como digo, ciertamente encuentra en todo caso en los espíritus de los espectadores (que no hayan entrado en ese juego) una simpatía hacia el intento que casi raya con el entusiasmo, y cuya simple manifestación ya comporta un peligro; dicha simpatía, en consecuencia, no posee otra causa que una disposición moral que es propia del género humano. Causa moral que es […], en primer término, el derecho de un pueblo a no verse impedido por otros poderes a darse una constitución política a su gusto
El conflicto de las facultades
Porque todos los hombres reconocen como tal el derecho a la revuelta, es decir, a negarse a obedecer, resistiendo a un gobierno que demuestra […] tiranía e incapacidad. […] Éste es el momento en que los hombres de bien han de revolucionarse y rebelarse
Desobediencia civil
La revolución siempre corre el riesgo de caer nuevamente al viejo cauce pero, en tanto que acontecimiento, su existencia atestigua una permanente vitalidad que no es susceptible de ser olvidada
Dits et écrits
La única oportunidad para los hombres está en el devenir revolucionario, uno que es lo único que puede conjurar la vergüenza o responder a lo intolerable
Pourparlers
La historia de las revoluciones aún se encuentra muy lejos de cerrarse, porque nunca podrá impedirse a nadie llorar a un muerto o exigir justicia… Las imágenes saben vehicular la pervivencia de todos esos gestos
Peuples en larmes, peuples en armes
Un monumento no conmemora, no honra algo que ocurrió, sino que susurra al oído del porvenir las sensaciones persistentes que encarnan el acontecimiento: el sufrimiento eternamente renovado de los hombres, su protesta recreada, su lucha siempre retomada. ¿Resultaría acaso todo en vano porque el sufrimiento es eterno, y porque las revoluciones no sobreviven a su victoria? Pero el éxito de una revolución sólo reside en la revolución misma, precisamente en las vibraciones, los abrazos, las aperturas que dio a los hombres en el momento en que se llevó a cabo, y que componen en sí un monumento siempre en devenir, como esos túmulos a los que cada nuevo viajero añade una piedra. La victoria de una revolución es inmanente, y consiste en los nuevos lazos que instaura entre los hombres, aun cuando éstos no duren más que su materia en fusión y muy pronto den paso a la división, a la traición
¿Qué es la filosofía?
El revolucionario es enemigo irreconciliable de toda mentira. […] Dice la verdad para que instruya, no para que ofenda ni que ultraje. […] El revolucionario es inflexible
¿Sabe, general […], cómo se hizo la revolución del 18 de marzo? La han realizado las mujeres. […] ¿Creen poder hacer la revolución sin las mujeres? Hace ochenta años que se intenta y no se consigue. La primera revolución les concedió el título de ciudadanas, pero no los derechos. Las dejó excluidas de la libertad y la igualdad
“La révolution sans la femme,” La Sociale, 8 de mayo de 1871
¡A las armas! ¡La patria está en peligro! […] Ciudadanas de París, descendientes de las mujeres de la gran Revolución que, en nombre del pueblo y la justicia, marcharon sobre Versalles y trajeron cautivo a Luis XVI, nosotras, madres, mujeres y hermanas del pueblo francés, ¿continuaremos soportando que la ignorancia y la miseria hagan a nuestros hijos enemigos? ¿Que se mate el padre contra el hijo y los hermanos se maten entre sí por capricho de nuestros opresores que buscan la destrucción de la ciudad tras haberla entregado al extranjero? ¡Ciudadanas, llegó la hora decisiva! ¡Queremos ser libres! ¡Hay que acabar con el viejo mundo!
Appel aux citoyennes de Paris firmado por �??Un grupo de ciudadanas�??, en el Diario Oficial de la República Francesa bajo la Comuna, 11 de abril de 1871
La publicidad de la vida política, con la inmediata y total publicación de las decisiones de la Comuna y sus proclamas hecha casi siempre en forma de affiches, fueron creando una temporalidad ‘espontánea’ gracias a la cual los ciudadanos no estaban ya informados de su historia a partir del hecho, sino que habitaban el momento de su efectiva realización. La reapropiación de la ciudad y sus calles […] implicó a su vez la reinvención de los ritmos urbanos; así, las noches blancas y los ‘días revolucionarios’ eran mucho más que meros días marcados en rojo sobre un calendario: señalaban la introducción de un nuevo movimiento temporal.
The Emergence of Social Space: Rimbaud and the Paris Commune
Nuestro dogma procede del Sinaí de la gran Revolución; grande porque fue reveladora; grande, menos que por lo hecho que por lo dicho. Quien se pretende demócrata data su origen en la Declaración de los Derechos Humanos. Realmente, nadie la rechaza, e incluso son los liberales quienes más hablan del 1789. Bien, pero, ¿qué dice? Dice «libres e iguales».
Dora el sol [...] la boca del cañón [...], y hay temblor de banderas mientras pasa, como un río azul, la revolución, tranquila y bella. Brillos de bronce, llamas de esperanza.
L???Insurgé
No podéis comprar la Revolución. No podéis hacer la Revolución. Sólo podéis ser la Revolución.
The dispossessed
Los hombres hicieron el 14 de julio, las mujeres el 6 de octubre. Los hombres tomaron la Bastilla, las mujeres al rey. Y lo pusieron en manos de París, de la Revolución exactamente.
Les Femmes de la Révolution
¡Mujer, despierta, conoce tus derechos! […] Mira que el hombre esclavo, que ha aumentado su fuerza, ha necesitado de la tuya para poder romper con sus cadenas pero, una vez libre, se ha hecho injusto con su compañera. ¡Oh, mujeres, mujeres!, ¿cuándo saldréis de vuestra ceguera? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la Revolución?
�??Postambule à la Déclaration des Droits de la Femme et de la Citoyenne�?�, 1791
Las mujeres siempre han encontrado modos de rebelarse o responder, pero siempre de manera aislada y al interior del ámbito privado. El problema es entonces cómo llevar a las calles esa lucha fuera de la cocina y del dormitorio […]. Al respecto, podemos observar las implicaciones revolucionarias de la demanda del salario doméstico. Esa es la demanda por la que termina nuestra naturaleza y comienza nuestra lucha, porque el simple hecho de reclamar un salario para el trabajo doméstico significa rechazar ese trabajo como expresión de nuestra naturaleza.
Ya que el escritor no tiene modo alguno de evadirse, que se abrace estrechamente con su época; es su única oportunidad; su época está hecha para él como él está hecho para ella. Suele lamentarse la indiferencia de Balzac ante las jornadas del 48 y la temerosa incomprensión de Flaubert ante la Comuna: la lamentación es por ellos; ahí hay algo que perdieron para siempre. No queremos perder nada de nuestro tiempo; tal vez los hubo mejores, pero éste es el nuestro. No tenemos más que esta vida por vivir, en medio de esta guerra, tal vez de esta revolución. Que nadie deduzca de esto que predicamos una especie de populismo; es todo lo contrario. El populismo es hijo de viejos, el lamentable vástago de los últimos realistas; otro modo más de lavarse las manos. Por el contrario, estamos convencidos de que no es posible lavarse las manos. Aunque nos mantuviésemos mudos y quietos igual que una piedra, nuestra pasividad sería una acción. Quien consagre su vida a hacer novelas sobre los hititas toma posición con esa abstención. El escritor tiene una situación en su época; cada palabra suya repercute. También cada silencio.
¿Qué es la literatura?
Cuando digo utopía pienso en la revolución. La Comuna de París, los primeros años de la Revolución Rusa, eso es la utopía. Ser realista es pedir lo imposible. Baudelaire y Marx tenían los mismos enemigos. ¿O vamos a entender ahora la política como la renovación parcial de las cámaras legislativas o los vaivenes de la interna peronista? En este país hay que hacer la revolución. Sobre esa base se puede empezar a hablar de política. De lo contrario, prefiero conversar sobre la variante de Kaspárov en la formación Schveningen de la defensa siciliana o sobre el empleo del subjuntivo en la prosa de Musil. Me parecen temas mucho más interesantes y provechosos. […] Algunos han perdido las ilusiones, se han vuelto sensatos y conformistas. Corren el riesgo de convertirse en funcionarios del sentido común. Para pensar bien, quiero decir para ser lo contrario de un bien pensante, hay que creer que el mundo se puede cambiar. Hay que estar en un lugar excéntrico, opuesto al orden establecido, fuera de todo. No tengo confianza en nada ni soy un hombre optimista, pero justamente por eso creo que hay que aspirar a la utopía y a la revolución. Un amigo de Brecht solía decir: sólo por amor a los desesperados conservamos todavía la esperanza.
Crítica y ficción
La verdad, que pretenden mantener enterrada y oculta, bajo tierra se viene condensando, y así cobra tal fuerza de explosión que, el día que estalla, hace saltar por fin todo con ella.
Yo acuso.
Sí, acuso y no ignoro que con ello me expongo a un proceso por delito de difamación. Pero a ello me expongo de buen grado.
El acto que realizo de este modo no es sino un medio revolucionario de acelerar y provocar la explosión de la verdad y la justicia.
Yo acuso y espero.
La verdad está en marcha y nada la detendrá
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